¿Qué pasó con el respeto? En una parte de Alemania, al menos, poco. El circuito de Kerpen-Mannheim, en Colonia, es el lugar donde un tal Michael Schumacher comenzó a correr y a tomarle el gusto a una actividad que lo llevó a ganar el mundial de Fórmula Uno siete veces. Por eso, al menos, debe tener un poco de consideración.
Pero no es así. A partir de 2020, esa pista, donde también su hermano Ralf debutó, será demolida para construir en ese lugar una mina a cielo abierto de lignito, un tipo de carbón mineral de baja calidad y poca capacidad calórica.
El anuncio lo hizo Ralf en representación de la familia Schumacher, que, mediante Michael, es dueña de dos tercios de la pista, administrada por el club KSM Racing Club. El ex piloto de F1 aseguró que se intentó llegar a un acuerdo con la compañía eléctrica alemana RWE, dueña de la mina, para encontrar un nuevo lugar para el circuito, pero no hubo resultados positivos.
Los derechos de propiedad del circuito de Kerpen-Mannheim terminan en 2020 y RWE compró ese terreno para explotar lignito a un precio que, según medios locales, estiman en casi 12 millones de dólares.
Con esto, unos 550 socios del club KSM Racing quedarán sin lugar para correr y para tener sus actividades deportivas. Una triste noticia para la historia de Michael Schumacher, postrado hace cuatro años tras un grave accidente de esquí.
