Cherone Coleman está enfrentando el mayor dolor de su vida luego del terrible asesinato de su hija de 3 años.
El domingo en la noche, los vecinos de un barrio de Queens vieron a un hombre corriendo envuelto en llamas que huía de un vehículo que se incendiaba.
Martin Pereira se dirigió hacia un estanque y se tiró al agua y cuando llegaron a ayudarlo les dijo que su hija estaba en el interior del vehículo, señala New York Daily News.
Tras llamar al 911, los bomberos llegaron rápidamente a la escena y lograron sacar a la pequeña que aún se mantenía con vida, sin embargo se dieron cuenta de que lo que sucedía no era un accidente.
Zoey estaba amarrada a una silla en la parte trasera y las puertas estaban encadenadas por dentro para que no se pudieran abrir.
La menor no logró sobrevivir a las quemaduras, mientras que su padre fue trasladado al Hospital Presbiteriano de Nueva York donde se encuentra bajo custodia.
En el vehículo, se encontraron dos bidones de gasolina además de otro acelerante y la policía empezó a investigar el caso como homicidio.
La madre de la niña relató al medio neoyorkino cómo sucedieron los hechos y que los problemas comenzaron con Pereira por la custodia de Zoey.
Luego de la separación, Cherone pidió en los tribunales modificar el acuerdo de visitas y la corte lo negó.
El fin de semana, el hombre se fue con su hija como le correspondía según la determinación de la Justicia. El sábado, Pereira llevó a Zoey al Cohen Children’s Medical Center y les pidió a los médicos que la revisaran porque su mamá había estado abusando de ella.
Las acusaciones fueron negadas rotundamente por Cherone, pero la mujer nuevamente tuvo que ver cómo la niña partía con su padre.
El domingo durante el día, lo llamó en un sinnúmero de ocasiones, pero Pereira nunca respondió y sólo pudo hablar con él luego de que su ex pareja se comunicara.
“Justo antes de que quemara a mi hija, me llamó diciendo cosas locas. Ni siquiera podía entender algunas de ellas, pero dijo: ’¿Tengo tu atención ahora, perra? Tengo tu atención ahora, perra. Nunca volverás a ver a tu hija”’, asegura Cherone.
Tras las amenazas, la mujer dijo que siempre pensó que le haría daño a ella, nunca a su hija.
“Desearía poder torturarlo y matarlo. No puedo imaginarme el dolor que sufrió mi bebé”, apuntó desconsolada.