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En diálogo con la prensa en Los Angeles, Estados Unidos, el actor comenta su trabajo como parte del elenco encargado de las voces de la tercera entrega de «Kung Fu Panda», estreno de esta semana de la cartelera nacional.
Su vínculo con la saga es de larga data. Él lo estima en alrededor de diez años. Es Jack Black, el actor que tiene sobre sus hombros la responsabilidad de darle vida al protagonista de «Kung Fu Panda», Po. Y lo hace, específicamente a través de su voz, trabajo cuya tercera entrega es parte de los estrenos internacionales de esta semana en la cartelera nacional.
¿Disfrutas más haciendo voces o en tu rol tradicional de actor?
-Me gustan ambos, pero son bastante distintos. La ventaja de hacer voces es que puedes hacerlo todo el día, sin que haya alguien que te esté gritando por el horario. Cuando estás haciendo una película que no utiliza animación, nunca consigues las tomas que te gustarían, porque no hay tiempo para buscar la perfección, tienes que hacer lo mejor que puedes con el tiempo que tienes, que es muy poco.
En el trabajo con «voz en off» puedes pasar horas en una pequeña toma, hasta que queda exactamente como la quieres. Es más satisfactorio.
Durante tantos años a cargo de Po, ¿te han llamado la atención los pandas, investigaste acerca de ellos?
-He prestado un poco más de atención a los pandas, pero no estoy obsesionado con ellos.
¿Te gusta el kung-fu?
-Sí, siempre he sido un fanático de las películas del género, aunque no soy un maestro.
¿Puedes enseñar algo? Po lo hace con otros pandas…
– Eeeeeeeh, algo. He intentado enseñar a mis niños. No ha sido muy bueno en realidad, se requiere de cierto temperamento y paciencia y no sé si soy muy virtuoso en eso. Pero de eso se trata la historia esta vez, el personaje debe madurar y aprender a enseñar, aún estoy aprendiendo esa lección yo mismo.
Cuando grabaste la voz ¿tuviste que moverte como el personaje?
-Siempre me muevo bastante cuando estoy grabando, porque te dicen «está haciendo kung fu en esta línea» y hay una sola forma de hacerlo sonar como si realmente estuviera haciendo actividad física. Si hay trote en una toma, voy a correr en el lugar, obvio.
¿Cómo es el vínculo de Po con la osa Mei Mei (Kate Hudson)?
-Nunca estamos en la misma habitación al mismo tiempo, por lo que no es realmente una escena de amor. Po es aún como un niño, no ha conocido a otros pandas, está interesado, pero también está aterrorizado, en realidad no hay romance ahí.
¿Y a ti cuánto te interesada Kate?
-¿Kate Hudson? Noo, soy un hombre casado. Soy un fan de Kate, ella es genial.
En la década que has estado vinculado a Kung Fu Panda, ¿te has sentido estresado, ansioso o avergonzado?
-Algunas veces, sí, otras veces me siento como un superhéroe y puedo dormir como un bebé.
Cuando debutaste haciendo a Po, ¿en qué te inspiraste?
-No me pidieron que hiciera ninguna voz característica, pero hice una muy característica en una película más antigua de Dreamworks que tenía un acento como de Brooklyn, el personaje era muy distinto a mí, era un poquito como Woody Allen. Pero en Kung Fu Panda me dijeron, ‘quiero que tú seas tú, quiero que seas la voz que conocemos desde School of Rock’, eso fue lo que hice.
Po termina siendo accidentalmente valiente, aunque no sea tan hábil en algunas cosas…
-Es valiente a veces porque es lo único a lo que puede apelar, es inocente e ingenuo como un niño; tiene la valentía de un niño que no sabe que si trepa un árbol, podría ser peligroso y romperse un brazo. Esa es una de las grandes fortalezas de Po, su aproximación apasionada y dulce a la vida, aunque a veces haga cosas muy estúpidas.
Por Carolina Ceballos / PUB