La nave es amplia, segura, cómoda y de “última generación”, como reconocieron de la empresa Latam. Todo, hasta la comida, tendrá la supervisión del Vaticano.
La nave es amplia, segura, cómoda y de “última generación”, como reconocieron de la empresa Latam. Todo, hasta la comida, tendrá la supervisión del Vaticano.