La vida de Luke, un niño de cuatro años con síndrome de Down, epilepsia y problemas de corazón,cambió drásticamente el día que sus padres contrataron a una niñera para que lo cuidara, y es que la mujer lo maltrataba. Los padres descubrieron la violencia a la que era sometido el menor cuando vieron que su comportamiento había cambiado por lo que decidieron colocar cámaras de vigilancia en su hogar.