En una desafiante demostración de fuerza, cientos de combatientes de Hamas, enmascarados y blandiendo rifles de asalto, desfilaron hoy por las calles de ciudad de Gaza. El máximo líder del grupo hizo su primera aparición pública desde la guerra de 11 días de ese grupo con Israel.
El sábado marcó el primer día completo de un alto el fuego, y los mediadores egipcios mantuvieron conversaciones para consolidar la tregua que puso fin a la cuarta guerra entre Israel y Hamas en poco más de una década.
Durante los combates, Israel lanzó cientos de ataques aéreos contra objetivos de los milicianos en la Franja de Gaza, mientras Hamas y otros combatientes disparaban más de 4.000 cohetes contra Israel.
Murieron más de 250 personas, la gran mayoría palestinas.
En la ciudad de Gaza, los residentes comenzaron a evaluar los daños causados durante una semana y media de bombardeos israelíes intensos. Un convoy de 130 camiones con ayuda urgente llegó a la frontera de la Franja desde Egipto el sábado, según un alto funcionario egipcio en el cruce fronterizo.
Una de las zonas comerciales más bulliciosas de Ciudad de Gaza, la calle Omar al-Mukhtar, estaba cubierta de escombros, coches destrozados y metal retorcido después de que un edificio de 13 pisos en el centro fuera arrasado en un ataque aéreo israelí.
La mercadería estaba cubierta de polvo y esparcida, tanto dentro de las tiendas destrozadas como en el pavimento. Los trabajadores municipales retiraban vidrios rotos y el metal retorcido de calles y aceras.
Camiones con ayuda humanitaria
“Realmente no esperábamos esta cantidad de daños”, dijo Ashour Subeih, que vende ropa para bebés. “Creíamos que el ataque estaba un poco más lejos de nosotros, pero como pueden ver, no hay un parte de la tienda intacta”. Después de haber estado en el negocio durante un año, Subeih estimó que sus pérdidas eran el doble de lo que había ganado hasta ahora.
Los combates comenzaron el 10 de mayo, cuando los extremistas de Hamas en la Franja de Gaza lanzaron cohetes de largo alcance hacia Jerusalén. El ataque se produjo después de días de enfrentamientos entre manifestantes palestinos y la policía israelí en el recinto de la mezquita de Al Aqsa. Las tácticas de mano dura de la policía en el complejo y la amenaza de desalojo de decenas de familias palestinas por parte de colonos judíos habían avivado las tensiones.
Tanto Israel como Hamas se adjudican la victoria. Había una expectativa generalizada de que el alto el fuego se mantendría por ahora, pero que parece inevitable otra ronda de combates en algún momento.
Los problemas subyacentes siguen sin resolverse, incluso un bloqueo fronterizo israelí-egipcio, ahora en su decimocuarto año, que está asfixiando a más de 2 millones de residentes de la Franja y la negativa de Hamas a desarmarse.
La guerra margina aún más al principal rival político de Hamas, la Autoridad Palestina respaldada internacionalmente, que supervisa enclaves autónomos en la Cisjordania ocupada por Israel. Parecía que, en la opinión pública palestina, Hamas se posicionó cada vez más como un defensor de Jerusalén.
El viernes, horas después de que entrara en vigor el alto el fuego, miles de palestinos en el complejo de Al Aqsa corearon lemas contra el presidente palestino Mahmoud Abbas y su gobierno autónomo. “Perros de la Autoridad Palestina, fuera, fuera” y “la gente quiere que el presidente se vaya”, fueron dos de las consignas.
Mediadores en terreno
Por otra parte, Egipto dijo que envió un convoy de 130 camiones con ayuda humanitaria y médica a la Franja de Gaza. Se esperaba que llegara en algún momento del sábado, dijo la presidencia.
Dos equipos de mediadores de Egipto visitaban Israel y los territorios palestinos para continuar las conversaciones sobre la consolidación de un acuerdo de alto el fuego y para asegurar una tregua a largo plazo, explicó un diplomático egipcio el sábado.