Podría parecer trama de antigua teleserie venezolana, pero no. Ocurrió en China, según lo publicó el Oriental Daily News. El 31 de marzo en la ciudad de Suzhou, al oeste de Shanghai, una madre descubrió que su futura nueva era en verdad la hija que había perdido hacía años.
La anciana mujer descubrió el lazo con la novia una vez que observó una mancha de nacimiento en una de sus manos. La marca era igual a la de su hija, a quien le perdió la pista cuando era pequeña. A la niña la había extraviado hacía más de 20 años y nunca volvió a saber de ella.
Los hasta entonces padres de la novia tuvieron que hacerle una confesión. Ella en realidad no era su hija biológica, sino que la habían adoptado luego de que la encontraron vagando por una carretera hacía dos décadas. De ese proceso no se había enterado casi nadie.
Sin embargo, se abría entonces un enredo aún más terrible. Resultaba entonces que los novios eran hermanos biológicos y por tanto, la boda no podría llevarse a cabo. Pero ahí la recién descubierta madre de la niña perdida confesó el otro secreto del que se enteraron los invitados.
Resulta que ella, luego de perder a su pequeña hija, había adoptado a un niño, el mismo que ahora figuraba como novio. Nunca le había dicho que lo había adoptado ni tampoco le había contado que lo había hecho porque no podía olvidarse de la niña que perdió y nunca más encontró.
Así que finalmente la pareja sí pudo casarse, en una versión mejorada de la canción “María Teresa y Danilo”.
