La diputada Pamela Jiles no se guardó nada para comparar la fiesta clandestina en Cachagua con jóvenes del barrio alto de Santiago, con el operativo que llevó a cabo la PDI en Temucuicui, el mismo día que formalizaban al imputado por el homicidio de Camilo Catrillanca.
La parlamentaria del Partido Humanista señaló en su cuenta de Twitter que «en el país de Cachagua los hijos de la élite se divierten sin mascarilla, con la complicidad de Carabineros y de los medios que cubren sus identidades. En el país de Temucuicui una niña de siete años, hija de 1 asesinado x carabineros, es aplastada así en el suelo«.
En la misma red social, Jiles continuó con sus descargos, preguntando «qué sentirán estos ‘valientes’«, publicando fotos de la detención. «¿Qué puede llevarlos a aplastar contra el suelo a una niñita de siete años, cuyo padre fue asesinado por la policía? ¿Realmente estiman que esa criatura es peligrosa y que debe ser sometida por ocho hombres fuertemente armados?», agregó interpelando al ministro del Interior, Rodrigo Delgado.
También hizo lo propio con la Alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, la expresidenta Michelle Bachelet, quien aseguró que «tendrá algo que decir«. «Aquí puede ver a la niña, hija de un asesinado por la policía, aplastada contra el suelo y sometida por ocho hombres fuertemente armados. No se quejen después, ni digan que no la vieron venir«, cerró.
La Defensoría de la Niñez interpuso una acción constitucional por la detención de la menor, la cual calificó de «ilegal y arbitrario«, puesto que «constituye una privación, perturbación o amenaza del derecho a la libertad personal y seguridad individual».
Pamela Jiles y su comparación entre lo sucedido en Cachagua y Temucuicui: