Días calurosos, confinamiento, presupuesto reducido y restricción horaria de locales son factores que están complicando a muchas familias antes del Año Nuevo, y más aún cuando se trata de encontrar el menú adecuado para esta celebración, que generalmente incluye algo de carne en el menú.
Pero el hecho de no conocer el tratamiento que se le debe dar a este producto antes de consumirlo, conlleva grandes riesgos por su descomposición.
Las tres principales señales para detectar si la carne que compraremos, o la que tenemos en casa, está en mal estado son el olor, el color y la textura.
Si la carne presenta un olor rancio o menos agradable de lo normal, entonces está entrando en proceso de descomposición, y es mejor no arriesgarse. Si además su textura es pegajosa y presenta zonas de color verdoso y/o negro, eso significa que ya tiene un estado de descomposición avanzado porque los hongos comenzaron a proliferar, por lo que debe ser botada de inmediato a la basura.
En el caso de las carnes envasadas, siempre es recomendable fijarse en la norma de etiquetado de cada producto, que debe incluir las recomendaciones de conservación de la carne, su fecha de vencimiento y la indicación de en qué establecimiento fue procesada y envasada, debiendo ser este un lugar autorizado por las autoridades sanitarias. Lo mismo corre para los lugares de venta establecidos, como carnicerías.
Por otra parte, una vez que se prepara un corte de carne, debe haber medidas básicas de tratamiento para que no se pudra en el proceso de descongelamiento.
Los expertos cuentan que muchas personas dejan el trozo de carne fuera del congelador en la mañana y cuando vuelven del trabajo por la tarde, lo cocinan o devuelven al refrigerador para que se mantenga. Esa práctica es errónea, ya que una vez que se descongela la carne por completo, comienza su proceso de descomposición. Por ello siempre hay que cocinar o guardar en el refrigerador apenas esta se descongele, y no dejar pasar más tiempo de eso.
Sobre los precios, Cristóbal Cabezas, gerente comercial de Doña Carne, afirma que «siempre nos preparamos para que no haya variaciones o aumento de precios en fechas festivas como estas, por lo que nuestro compromiso es mantener los valores para que todos puedan comprar carnes de calidad y a precios convenientes».