El estrés de trabajar en un banco llevó a Marta Carolina Cares a pensar en una actividad que la distrajera y sacará del mundo financiero. Algo así como un hobby de fin de semana. Un día recordó a las abejas, a las que había conocido de lejos en su infancia, y de a poquito empezó a involucrarse en el mundo apícola y en la cosecha de miel. De eso ya dos décadas, lo que hoy se traduce en la producción y venta del dulce producto, propóleo y polen. Todo bajo el rótulo de La Abejita Carolina, su empresa.
“Me producían curiosidad las abejas y comencé buscando un curso. Aprendí un poco y sin más adquirí mis primeras colmenas. No sabía nada del tema y del mundo apícola y en ese tiempo, 20 años atrás, conseguir información era casi imposible, más estando en la ciudad”, cuenta Marta a Esfuerzo Pyme y Publimetro sobre el inicio de su oficio como productora de miel. “Desde el principio el mundo de las abejas me envolvió y ahí fue cuando comenzó mi fascinación por ellas. Cuando las abejas te atrapan, nunca más te dejan ir. Pasan a ser una parte de ti, de tu vida, de tu diario vivir. Te dan alegrías y penas y mucho, mucho, mucho trabajo, pero también satisfacciones”.
¿Cuánto te costó lograr ver frutos de su emprendimiento?
Lo más difícil fue tener poco conocimiento y por eso ver morir una colmena por mi falta de expertiz. Otro cuento fue la parte monetaria. El cómo financiar mi proyecto fue una montaña cuesta arriba. Como no contaba con un capital comencé de a poco, chiquitita, pensando siempre en que iba a ser un pasatiempo y esperando que el mismo pasatiempo se autofinanciara, pero las cosas no fueron así. Las colmenas necesitan un gran apoyo financiero para poder mantenerlas bien. Que no les falte nada en cuanto a su alimentación y en lo sanitario. Y ahí fue cuando caí en cuenta que tener abejas no era barato, sobre todo los primeros años.
¿Tuviste pérdidas?
En el primer año no saque ni una gota de miel y en el segundo sólo una muestra como de recompensa por el trabajo realizado. En ningún caso como para comercializar. Por lo que fui apoyando mi emprendimiento con mi sueldo, hasta que llegó el momento en que al menos ya se autofinanciaba.
Harto sacrificio
Harto. Lo primero que sacrifique fueron los días de descanso. Todos los fines de semana, sin falta, los dispuse para trabajar con las colmenas. En la actualidad sigo trabajando los fines de semana, pero en menor medida, ya que ahora tengo la facilidad de trabajar en forma independiente en mi profesión y eso me ha dado la libertad de acomodar mis horarios de trabajo. Claro que uno pensaría que se podría trabajar menos, pero la realidad nos demuestra que el día de trabajo no termina a las seis de la tarde, sino que cuando se hace todo. ahí recién se puede descansar sin saber realmente a qué hora será eso.
¿Qué sentiste cuando, finalmente, sacaste la primera producción de miel?
Fue como ver otra montaña más alta. Ya tenía una pequeña producción de miel y ahí me dije: “¿Ahora qué hago con toda esta miel?” Las ventas nunca fueron mi fuerte. La primera vez que tuve miel para la venta no logre venderla toda, regalé muchísima. Tuve que armarme de valor, de un valor que en verdad no tenía, y salir a la calle a ofrecerla. Tuve que aprender de ventas. El estar en frente de otra persona y hacerla tu cliente, eso yo no lo manejaba. Con aciertos y desaciertos emprendí el camino de las ventas.
¿Dónde y cómo vendes actualmente tus productos y qué variedades tienes?
Actualmente entrego en mi domicilio en la comuna de Macul y muchos me solicitan que les envíe por algún servicio de entrega. No tengo un lugar físico todavía. Utilizo el boca a boca, las redes sociales y asistía mucho a ferias donde podía mostrar mis productos. Me pueden encontrar en la página de Facebook La Abejita Carolina, al igual que en el Instagram @la_abejita_carolina y por WhatsApp +56 9 863 2859. Mi producto es miel ciento por ciento natural multiflora, producción de mis colmenas. En el invierno tengo propóleos en espray y polen.
Con tu experiencia, ¿qué recomiendas a los emprendedores?
Mi recomendación sería que comenzaran de a poco, por el riesgo financiero que se corre y para saber si realmente te gusta lo que quieres hacer, que encuentro que eso es lo más importante. Hay que tener ganas, constancia, orden financiero. No gastar el capital de trabajo, tratar de ir incrementándolo de a poco y pagar sagradamente tus impuestos. Así nunca tendrás problemas y tu emprendimiento se mantendrá en el tiempo y podrás hacerlo crecer a medida de lo que quieres lograr.