Novak Djokovic fue expulsado este domingo del Abierto de Estados Unidos cuando accidentalmente le propinó una pelotazo a una jueza de línea en el cuello durante el partido por los octavos de final.
Fue un fulminante final para la racha de 29 victorias de Djokovic, así como su empeño por conquistar un 18º título de Grand Slam.
El número uno del mundo acababa de perder un juego ante su rival, el español Pablo Carreño Busta, para quedar abajo 6-5 en el primer set.
Cuando se encaminaba para el cambio de lado en el estadio Arthur Ashe, el astro serbio -que era el amplio favorito para llevarse el título- azotó la pelota detrás suyo. La pelota impactó a la jueza, que se desplomó de rodillas en el fondo de la pista y se llevó la mano al cuello.
Durante una discusión de unos 10 minutos en la red que involucró a la jueza de silla, Aurélie Tourte, el director de árbitros, Soeren Friemel, y al supervisor de Grand Slam, Andreas Egli, Djokovic procuró defenderse. Pero acabó estrechándole la mano a Carreño Busta.
Tourte procedió a anunciar que Djokovic fue descalificado, el equivalente en el tenis de una expulsión.
“Estaba un poco en estado de shock”, dijo Carreño Busta, quien en una rueda de prensa virtual contó que no vio el momento en el que Djokovic lanzó la pelota a la jueza de línea. “Nunca esperé un momento así jugando contra Novak. Así que también fue un momento difícil para mí”.
Djokovic se fue de inmediato del complejo sin dar declaraciones a la prensa y más tarde difundió una disculpa en sus redes sociales.
“Todo esta situación me ha dejado muy triste y desolado. Fui a ver a la jueza de línea y el torneo me ha dicho que gracias a Dios se siente bien. Lamento mucho haberle causado semejante estrés. Sin ninguna intención. Muy mal”, escribió Djokovic.
“En cuanto a la descalificación, necesito que mi decepción me sirva de lección para mi crecimiento y evolución como jugador y ser humano», escribió. “Pido disculpas al torneo @usopen y a todos los tuvieron que han tenido que ver con mi conducta”.
Cuando se le preguntó si se debió permitir a Djokovic que siguiera jugando, Carreño Busta respondió que “las reglas son las reglas”.
“El árbitro y el supervisor hicieron lo correcto, pero no es fácil hacerlo”, añadió el español.
Ciertamente. La Federación Estadounidense de tenis emitió un comunicado en el que explicó que Friemel descalificó Djokovic “cumpliendo el reglamento de Grand Slam, luego de sus acciones de golpear intencionalmente una pelota de manera peligrosa o imprudente dentro de la cancha o golpear una pelota sin medir las consecuencias».
La Usta añadió que Djokovic perdió los puntos de ranking en juego y los 250.000 dólares en premios que había embolsado en el torneo, “además de las multas que se le apliquen por el incidente”.
Y es así cómo Djokovic quedó en el foco de la atención del mundo del tenis, más allá de su habilidad para devolver todo, punzantes disparos y estirar su cuerpo al máximo en su despliegue defensivo.
Djokovic, de 33 años, dio positivo por el coronavirus -al igual que su esposa, uno de sus entrenadores y otros jugadores- tras participar en una serie de exhibiciones en las que no se siguió el distanciamiento social en Serbia y Croacia durante junio.
En la víspera del US Open, emergió como uno de los líderes de una nueva asociación que pretende representar a los tenistas del circuito masculino.
Y, desde luego, su hegemonía reciente en las canchas. Djokovic empezó el día con una marca de 26-0 esta temporada, y una racha de victorias que empezó en sus últimos tres partidos de 2019. Ganó cinco de los últimos siete grandes, para elevar su total a 17, poniéndose a tiro de sus rivales Roger Federer, dueño del récord de todos los tiempos con 20, y Rafael Nadal, quien atesora 19.
Con las ausencias de Nadal, el reinante campeón del US Open que no quiso cruzar el Atlántico en medio de la pandemia, y Federer, baja tras dos cirugías en la rodilla derecha, todo apuntaba a que Djokovic se coronaría por cuarta vez en Nueva York y quedar más cerca de ellos.
Todo se esfumó en instantes este domingo, pese a que fue evidente que Djokovic no tuvo la intención de golpear a la jueza de línea, alarmándose de inmediato tras percatarse de lo ocurrido.
Pero jugadores que han descargado su enojo con un pelotazo que golpea a uno de los jueces han sido descalificados en otras ocasiones.
En 2017, por ejemplo, Denis Shapovalov -el canadiense de 21 años que jugaba por la noche- fue descalificado en un partido de la Copa Davis ante Gran Bretaña cuando accidentalmente alcanzó en la cara al juez de silla con una pelota que lanzó.
En el Wimbledon de 1995, Tim Henman impactó en la cabeza a una niña recogepelotas y fue descalificado en un partido de dobles.
Djokovic se había irritado minutos antes. En el juego anterior, malogró tres bolas de quiebre seguidas y, tras la última, que Carreño Busta ganó con un pelota dejada en corto, Djokovic mandó una bola contra un afiche de publicidad al costado.
Casi de inmediato, en el que acabó siendo en su último juego de este US Open, Djokovic sufrió una caída al intentar una devolución, acusando dolor en el hombro izquierdo.
El partido se interrumpió un breve rato para que Djokovic fuera examinado.
En el segundo punto tras reanudar, Carreño Busta se apuntó un punto con un tiro ganador para romperle el saque a Djokovic. Fue cuando el serbio se metió en problemas.
Su adiós a Nueva York deja al torneo huérfano de campeones de Grand Slam en el cuadro masculino. El que se proclame campeón será el primero que estrene su palmarés con el trofeo de un grande del tenis masculino desde 2014, cuando Marin Cilic ganó el US Open.
Además, cada uno de los últimos 13 títulos de Grand Slam habían sido ganado por uno de los integrantes de los Tres Grandes, a sea Federer, Nadal y Djokovic.
“Tendremos un nuevo campeón de Grand Slam. Es todo lo que sé. No quedan más campeones en el cuadro. Ahora es que se pone interesante la cosa», dijo el alemán Alexander Zverev, uno de los pretendientes. El quinto preclasificado dio cuenta del español Alejandro Davidovich Fokina por 6-2, 6-2, 6-1 para acceder a cuartos.
En el cuadro femenino, las estadounidenses Shelby Rogers y Jennifer Brady avanzaron a cuartos.
Rogers, 93 del ranking, dio la sorpresa al eliminar a Petra Kvitova (6ª preclasificada) para figurar por segunda vez en la ronda de las ocho mejores de un grande y la primera en Flushing Meadows.
Al abrir la jornada, Brady doblegó a 6-1, 6-4 y estará en cuartos por primera vez en un grande, tocándole enfrentar a Yulia Putintseva.