La policía de Panamá rescató a tres niños que estaban presuntamente retenidos por una secta indígena que realizaba sacrificios humanos.
El rescate tuvo lugar en Guayabal, una zona de difícil acceso en la comarca indígena Ngäbe Buglé, en la provincia de Varaguas.
Según informó el ministro de seguridad, Juan Pino, «se rescataron tres niños y hay una persona que se dio a la fuga. Los tres están en buen estado de salud».
Pino explicó que la denuncia fue hecha por una periodista y que el rescate iba a ocurrir el viernes pero las condiciones climáticas del lugar lo impidieron.
Además, agregó que una de las personas retenidas logró escapar para pedir ayuda para liberarlos de una secta religiosa que realiza sacrificios humanos.
Este no es el primer caso de sectas en Panamá. En enero, siete indígenas fueron encontrados en una fosa común tras ser sacrificados por una secta liderada por un supuesto mesías.
En ese entonces las fuerzas especiales lograron rescatar a otras 15 personas que estaban secuestradas y sometidas a los mismos ritos exorcistas.