El gobernador de Georgia declaró el estado de emergencia en la madrugada del sábado para movilizar a la Guardia Nacional estatal, mientras Atlanta y otras ciudades del país registraban violentas protestas por la muerte de George Floyd luego de que un agente lo inmovilizó en el piso presionando su rodilla sobre su cuello mientras era detenido en Minnesota.
Otros 500 efectivos de la Guardia se movilizaron tanto en Minneapolis, donde murió Floyd y donde el policía, Derek Chauvin, fue acusado el viernes de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario de segundo grado. Pero la ciudad vivió otra noche de incendios y saqueos. El gobernador de Minnesota, Tim Walz, dijo en la madrugada del sábado que desplegará a más de 1.000 efectivos más del cuerpo estatal y que estaba considerando ayuda federal.
La Guardia Nacional estaba también en alerta en el Distrito de Columbia, donde una multitud se congregó en el exterior de la Casa Blanca y lanzó maldiciones contra el presidente, Donald Trump. Algunos trataron de saltar las barreras instaladas por el Servicio Secreto en la Avenida Pensilvania, y arrojaron botellas y otros objetos a los policías con equipos antimotines, que respondieron con espray de pimienta.
Una persona fue asesinada en el centro de Detroit justo antes de la medianoche luego de que una persona a bordo de una camioneta deportiva disparó contra una multitud de manifestantes cerca del distrito de ocio de Greektown, dijo la policía.
En Portland, Oregon, los inconformes irrumpieron en una comisaría de policía y, según las autoridades, prendieron un fuego en interior. En la capital de Virginia, un auto policial fue incendiado ante la sede policial de Richmond y una vocera del Departamento de Transporte de la Ciudad dijo que un autobús quedó totalmente destrozado por las llamas, según medios locales.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, tuiteó que movilizará a 500 miembros de la Guardia Nacional de inmediato para «para proteger a población y propiedades en Atlanta». Kemp explicó que actuó a pedido de la alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, quien antes en el día había realizado un llamado en vano a la calma.
En movilizaciones tanto pacíficas como violentas en toda la nación, miles de manifestantes corearon consignas como «Sin justicia no hay paz» y «Digan su nombre, George Floyd» y mostraron carteles con el lema «Dijo No puedo respirar. Justicia para George».
En Atlanta, tras horas de protestas pacíficas en el centro de la ciudad, algunos manifestantes destrozaron autos policiales y pintaron con aerosol el icónico logotipo de CNN en la sede de la cadena. Al menos tres policías resultaron heridos y hubo múltiples detenciones, dijo Carlos Campos, vocero de la policía de la ciudad. Los manifestantes dispararon con pistolas de aire comprimido a los agentes, y les lanzaron ladrillos, botellas y cuchillos, añadió.
En una conferencia de prensa, la alcaldesa dijo a los manifestantes: «Esto no es una protesta. Esto no va de acuerdo con el espíritu de Martin Luther King Jr.»
«Están deshonrando a nuestra ciudad», afirmó. «Están deshonrando la vida de George Floyd y de todas las otras personas que han sido asesinadas en este país».
Bottoms estuvo flanqueada por los raperos T.I. y Killer Mike, y por la hija de King, Bernice King. Pese a su llamado a la calma, la violencia continuó.
Una protesta inicialmente pacífica en la Ciudad de Nueva York derivó en una situación caótica en la noche, con inconformes enfrentándose a agentes, destrozos en autos policiales e incendios provocados.
En Brooklyn, activistas que habían marchado desde Manhattan profirieron insultos a los policías que formaban ante el Barclays Center y les lanzaron botellas de agua. Los agentes rociaron gases lacrimógenos a la multitud varias veces y desalojaron la plaza. Hubo varias detenciones.
En Houston, la ciudad donde se crió George Floyd, varios miles de personas protestaron ante el ayuntamiento.
La tensión aumentó también en varias ciudades de la Costa Oeste cuando cayó la noche y los inconformes cortaron carreteras en Los Ángeles y Oakland.
Unas 1.000 personas protestaron en Oakland, donde se rompieron ventanas y realizaron pintadas con la frase «Maten a policías». Las autoridades respondieron con gases lacrimógenos. Según las autoridades, varios agentes resultaron heridos por el impacto de los objetos que les fueron arrojados y pidieron a la población que regresase a sus casas.
En Los Ángeles, los manifestantes chocaron con agentes, se efectuaron arrestos y un policía necesitó atención médica, según la policía.
Los choques entre inconformes y autoridades se repitieron en la ciudad de San José, en Silicon Valley, según su alcalde, Sam Liccardo, quien dijo que la policía respondió con granadas aturdidoras y balas de goma. Un agente ingresó en un hospital con una herida que no era mortal, señalaron el regidor y fuerzas policiales.