Ante la pandemia del coronavirus, que afecta a todo el mundo, la educación ha debido pasar al mundo digital. «Tele educación» es el concepto que se está utilizando. Responde a la entrega de contenido a través de la web. Sin embargo, pocos colegios han hecho un uso 100% digital de la plataforma. Por ejemplo, no envían guías que puedan responderse escribiendo con el teclado o con método de alternativas y un par de clicks.
En su mayoría son PDF’s y fotografías de guías convencionales. ¿Cómo responder ese contenido? La alternativa es imprimir. ¿Y si no tienes impresora? En Chile, una impresora, económica, tiene un valor aproximado de 30.000 pesos. Un cartucho de tinta, desde 5.990 aproximadamente. Un resma de papel, desde 2.000 pesos chilenos. Da un total cercano a 40.000 pesos. Además los insumos, tinta y papel, requieren renovación cada 1 o 2 meses dependiendo del uso.
Por este motivo, y también por un trasfondo ecológico, las tabletas digitalizadoras se están imponiendo. Voy varios modelos que tienen un valor similar al «pack de impresora». Por ejemplo, el modelo One by Wacom en tamaño S, tiene un costo cercano a los 45.000 mil pesos. Y no requiere ningún gasto adicional.
Este tipo de elementos son muy populares en hogares y escuelas europeas. Acá en Chile se les suele relacionar solo con diseño, pero son también una herramienta educativa.
De uso masivo en Europa: sin distracciones
Las tabletas digitalizadoras no son lo mismo que las tablets. Éstas son más como un «panel táctil» de alta precisión que, mediante un lápiz especial (también de alta precisión), permiten trazar líneas o escribir de forma digital. Incluso imitando la sensación del convencional «lápiz y papel».
De hecho, en países como Alemania u Holanda su uso es bastante popular. A diferencia de una tablet, que podría ser compatible con un lápiz, acá lo único que se puede hacer es precisamente escribir y dibujar. Dejando de lado otras distracciones como aplicaciones de juego o video. por eso se utilizan bastante en salas de clases o laboratorios de computación escolar.
Los beneficios del ejercicio del «lápiz y papel»
Un estudio realizado en 2015 por los investigadores Anne Mangen, de la Universidad de Stavanger (Noruega) y Jean-Luc Velay, de la Universidad del Mediterráneo de Marsella (Francia), concluyó que la escritura a mano tiene múltiples beneficios.
En los niños, sirve para que puedan desarrollar la capacidad de procesar la información que reciben. Y por lo tanto, logren un mejor aprendizaje, mejorando la expresión y la capacidad para componer ideas complejas. En los adultos también es importante. Usar lápiz y papel permite pensar más, corregir las nota, reflexionar y mantener la memoria. ¿Es posible lograr esto con un dispositivo que «emule» el lápiz y papel?
Dato ecológico: cada 16 resmas de papel, se sacrifica un árbol
El psicólogo de la Universidad Católica, Carlos Zúñiga, considera que si. «La sensación sobre el panel táctil y la concentración que se requiere para lograr la precisión con el lápiz tecnológico es igual. Más aún cuando la precisión del dispositivo se acerca al máximo a la experiencia tradicional del lápiz y el papel», señala. Según Zúñiga «el proceso que se genera a nivel mental, tanto en niños como adultos, es el mismo. Principalmente, un ejercicio de concentración».
Complementando con el programa del «cuaderno inteligente»
El experto en tecnología, Sebastian Lewis, enterprise sales manager de Sola, destaca el uso de computadores y tabletas digitalizadoras en el aprendizaje de los niños. “¿Sabías que puedes usar una tableta digitalizadora, para ir completando el contenido de los libros escolares sin la necesidad de imprimir? Es sustentable, no gastas tinta, ni papel”, dice el experto en tecnología. Además, Lewis destaca la compatibilidad de estos dispositivos con Microsoft One Note, un programa que emula un «cuaderno inteligente».
«Por ejemplo con una tableta digitalizadora básica, tú puedes ir usando One Note de Microsoft como tu cuaderno inteligente para tomar notas mientras sigues una clase online», explicó. «Imagina que tomas apuntes con letra manuscrita, y luego, con un simple click, lo transformas a letra imprenta. Así mismo, puedes convertir tablas de valores, gráficas y otros», señaló.
El estudio de las universidades de Stavanger y del Mediterráneo de Marsella, mencionadas anteriormente agregan otras ventajas de este ejercicio del «lápiz y papel». «Este proceso estimula una parte del cerebro denominada Sistema de Activación Reticular que actúa como un filtro para lo que necesita procesar. Al mismo tiempo, se movilizan tres procesos cerebrales que ayudan a aprender mejor las formas, los símbolos y los idiomas, lo que provoca que nuestra mente retenga durante más tiempo la información que se está generando», señala.
«Al escribir a mano, todas las demás acciones quedan anuladas, dejando el cerebro concentrado en pensar lo que se va a escribir, sujetar el lápiz, visualizar, apoyar el cuerpo para finalmente, plasmar las ideas», añade el estudio. El «no imprimir» además, añade un toque ecológico: cada 16 resmas de papel, se sacrifica un árbol.