El príncipe Harry y su esposa Meghan hacen su última aparición como miembros senior de la realeza británica el lunes, al acompañar a la reina Isabel II en el servicio anual del Commonwealth en la Abadía de Westminster.
El evento televisado marca la última vez que trabajen junto al clan completo de Windsor antes de partir a Norteamérica para un autoimpuesto exilio. La separación estará marcada por el protocolo: Harry y Meghan serán escoltados a sus asientos en lugar de esperar la llegada de la monarca y caminar por la iglesia con ella como los demás miembros de su familia.
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El servicio también pondrá fin a un drama de dos meses que comenzó cuando la pareja anunció sus planes de renunciar a sus papeles como parte integral de la familia real e incorporarse a un mundo donde tendrán que ganarse la vida por sí mismos. Es un territorio inexplorado para la Casa de Windsor, que tiene la enmarañada abdicación de Eduardo VIII en 1936 como guía para potenciales inconvenientes.
«(Los Windsor) han perdido una gran atracción para el futuro», dijo Pauline Maclaran, coautora de «Royal Fever: The British Monarchy in Consumer Culture».
El servicio del Commonwealth es un evento importante en el calendario real, en gran medida porque la reina de 93 años ha apoyado a la organización la mayor parte de su vida. Se convirtió en jefa de la red de 54 países cuando apenas tenía 26 años en 1952, y siempre ha considerado apoyar las buenas relaciones entre sus miembros como su propio proyecto político particular, dijo Philip Murphy, director del Instituto de Estudios del Commonwealth en la Facultad de Estudios Avanzados de la Universidad de Londres.
No sólo nostalgia
«No es solamente lo que mucha gente llamaría nostalgia imperial — un anhelo por los viejos buenos tiempos del Raj», dijo Murphy. «La reina siempre ha acogido un Commonwealth en evolución y ha apoyado la idea de Gran Bretaña como un país multirracial porque es parte de un Commonwealth multirracial».
La decisión de dejar a la pareja fuera de la Procesión de la Reina en un momento tan importante para ésta sirve como un conmovedor recordatorio de la inminente separación. La procesión incluirá al príncipe Carlos y la duquesa de Cornwall, el príncipe William y la duquesa de Cambridge y el primer ministro Boris Johnson, entre otros.
El año pasado, Enrique y Meghan esperaron a que llegara la reina junto a William, Kate, Carlos y Camila antes de tomar asiento. Este año, llegarán después del conde y la condesa de Wessex.
Desde fines de este mes, los Sussex ya no usarán sus títulos reales y buscarán tener una nueva vida de libertad financiera en Norteamérica.
Más sobre Harry y Meghan
Se espera que la pareja se mantenga al menos parcialmente a través de charlas y conferencias, que pueden rendirles hasta 400.000 dólares por evento a los oradores más buscados como el expresidente estadounidense Barack Obama. La pareja ya tuvo al menos un compromiso en una conferencia de JPMorgan el mes pasado en Florida, pero no se sabe si les pagaron ni cuánto.
Entre otras cosas que tendrán que pagar está su seguridad, pues el gobierno canadiense dijo que no cubrirá este gasto de la pareja una vez que ésta se retire de sus deberes reales.