Tres personas murieron el jueves en Australia al estrellarse un avión cisterna Hercules C-130 cuando combatía los incendios forestales en la región de Snowy Monaro, en el estado de Nueva Gales del Sur, según las autoridades.
La primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, confirmó las muertes y el siniestro en declaraciones a periodistas, mientras Australia trata de gestionar una temporada de incendios sin precedentes que ha dejado una gran devastación.
“Lo único que tengo de los reportes sobre el terreno es que el avión cayó, se estrelló y hubo una gran bola de fuego asociada con ese choque”, dijo el comisario del Servicio Rural de Bomberos Shane Fitzsimmons.
Las tres personas que iban a bordo residían en Estados Unidos.
“Por desgracia, todo lo que hemos podido hacer es localizar los restos y el lugar del siniestro y no hemos podido localizar ningún sobreviviente”, dijo.
Más de 1.700 voluntarios y profesionales combaten las llamas sobre el terreno, dijo Berejiklian. Cinco de los fuegos activos tenían “nivel de aviso de emergencia”.
También el jueves, el aeropuerto de Canberra cerró por los incendios cercanos y se instó a los residentes en la capital del país a quedarse en un lugar seguro.
“El incendio se está moviendo deprisa y hay varios cortes de carreteras en la zona. Por favor, eviten la zona”, indicó en un tuit la policía de tráfico.
Las autoridades recomendaron a los residentes de otros suburbios de Canberra que abandonaran la zona de inmediato.