Primero las farmacias, luego las librerías, después las ópticas y también las universidades abiertas. Poco tiempo pasó para que Recoleta pusiera sus ojos en un nuevo y ambicioso proyecto, que busca, esta vez, eliminar de frentón uno de los gastos que significan un mayor esfuerzo para las familias más vulnerables: la cuenta de la luz.
La iniciativa se llama «Energía popular». Su fin es aprovechar el potencial de la energía fotovoltaica para que un grupo de 43 vecinos pertenecientes al proyecto piloto paguen literalmente $0 en la boleta eléctrica. Y de ahí en adelante, expandirse mucho más.
Así funciona la nueva idea popular
Existen muchos mitos que envuelven a los sistemas hogareños de paneles solares. Entre ellos, que alimentan a duras penas el refrigerador o que sin luz solar son inútiles.
Danilo López, asesor energético de Innova Recoleta, explica que los paneles de 400 watts que usa «Energía popular», son los primeros de ese tipo que se declaran e instalan en Chile. Lo mismo ocurrió con el inversor y las baterías de almacenamiento de energía.
Publimetro constató que a las 11.30 horas del pasado viernes, los paneles solares funcionaban prácticamente a plena capacidad. Es decir: con 2 kilowatts de potencia. Además, en los 6 hogares donde el sistema fotovoltaico ya funciona, la aguja del medidor convencional avanza de derecha a izquierda, y no al revés, como pasa con la gran mayoría de los hogares.
¿Por qué? «Eso significa que la casa genera más luz de la que consume, y la envía a la red eléctrica», explicó López. Eso es gracias al «inversor», una especie de panel que se instala en la pared de los hogares beneficiados. Su función es hacer que la energía que generan los paneles se homologue a la que viene del tendido eléctrico, lo que permite que la eletricidad sobrante no se pierda y continúe en la red.
En el caso de los vecinos electrodependientes, los paneles tendrán el potencial de 3 kilowatts, lo que vendrá acompañado de una batería con la capacidad de 4.5oo watts/hora. «Si se corta la luz, eso permite tranquilamente que se calefaccionen y mantengan encendidos todos sus artefactos sin ningún problema», dice el experto.
El sistema fotovoltaico, además, incluye una antena que transmite vía internet los datos en tiempo real del consumo de los hogares beneficiados. Eso permitirá que el municipio asesore mensualmente a los vecinossobre su propio consumo eléctrico para optimizar el ahorro.
Una de las cruzadas de Jadue es influir con esta iniciativa para cambiar las reglas de la «ley netbilling». Eso, porque un kilowatt/hora de una compañía eléctrica ($120) se valoriza el doble que el watt que un vecino pueda entregar a la red ($64).
«Al que entrega individualmente energía, se le paga menos que al que genera. Le estás cobrando el uso de los cables dos veces por el mismo uso. Es parte del abuso al que Chile está acostumbrado, y que queremos que cambie», opina Jadue.