La administración de Trump planea aprobar una nueva reglamentación que deja a niños en los centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, donde se busca que se pueda retener a los niños hasta que los jueces tomen la decisión de si entregan el asilo o no.
Estos centros de detención han sido bastante controversiales, siendo considerados como campos de concentración y que las precarias situaciones en las que están, como dormir en el suelo, hacinados y dentro de jaulas, son violaciones a los derechos humanos. Varios grupos de judíos se han organizado y marchado pidiendo que la promesa de “Nunca más” después de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto judío realmente se cumpla y que es necesario cerrar estos centros de detención, porque están repitiendo la historia. Representantes del Congreso de EE.UU también se sumaron a las peticiones de cierre y recalcaron la precariedad de los establecimientos.
La separación de las familias, dejando a los hijos solos, ha provocado aún más críticas por la mala gestión de las políticas inmigratorias.
Durante la administración del presidente Trump se introdujo una política de “tolerancia cero” a la inmigración por lo que si un inmigrante indocumentado cruzaba la frontera era acusado y encarcelado. Como a los hijos de ellos no se les podía acusar de ningún delito, se los designaba a estos centros y quedaban sin contacto con sus padres.
No más “Acuerdo Flores”
En 1997 se creó una ley en la que los menores de edad no acompañados que llegaran a Estados Unidos serían liberados a sus padres, tutores legales o parientes, según fuera adecuado. Más adelante se legisló también que estos niños no estuvieran más de 72 horas en los controles de detención a la frontera.
Las razones por las que se buscaría cambiar los plazos, según las declaraciones de Trump, es que con la normativa actual se está promoviendo a los migrantes a traer a sus hijos para que puedan ser liberados mientras se procesan sus casos judiciales.
La nueva medida tiene que pasar todavía por el parlamento del país aunque ya ha causado bastante desaprobación en la oposición.