Andrés Cherrier, experto en reptiles, fue quien dio cuenta de la disminución de la especie en el sector: «Estas ranas viven en unas microcuencas, que es un pequeño canal de regadío que no debe tener más de 300 metros. Ese lugar estaba lleno de ranas (…), donde estimábamos las densidades poblacionales en unos 600 individuos. Fui hace dos meses atrás y el río estaba completamente seco», relató.
Al darse cuenta de la importante reducción de ranas, el herpetólgo dio aviso a su colega Gabriel Lobos -presidente de la Red Chilena de Herpetología-, para revisar el sector hoy barroso, de 4×2 metros aproximadamente, donde encontraron sólo 62 ranitas.
Con la sequía del caudal, los expertos determinaron que la única opción para evitar la extinción total de la especie era su traslado al zoológico del Parque Metropolitano. «Efectivamente son las últimas, no se conocen más poblaciones de esta especie en Calama, viven solamente en ese lugar. Es una ranita de unos 6 centímetros, un tamaño mediano-chico, tiene las patas traseras palmeadas y vive permanentemente en el agua, sobre los 2.000 metros», aseguró el herpetólgo Andrés Cherrier.
Los especímenes, clasificados en «peligro crítico», fueron trasladados al Centro de Reproducción de Anfibios Nativos del zoológico, con el fin de que se reproduzcan mientras se restaura su hábitat natural en el río Loa, para después ser reinsertadas.
Tras solicitar formalmente su rescate ante el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), trasladaron a los ejemplares 6 kilómetros río abajo.