El ministro israelí de Educación se disculpó por sus polémicas observaciones sobre la llamada «terapia de conversión» homosexual y los matrimonios mixtos entre los judíos de la diáspora, que suscitaron críticas generalizadas en su país y en Estados Unidos.
Rafi Peretz, líder de un pequeño partido nacionalista religioso, escribió en una carta al jefe de la Jewish Agency que estuvo «fuera de lugar» el comparar el matrimonio entre judíos de la diáspora y no judíos con un «segundo Holocausto».
El comentario de Peretz fue hecho durante una reunión del gabinete y fue filtrado a la prensa la semana pasada.
En otra carta a los administradores de las escuelas, Peretz dijo que «se oponía vehementemente» a una controvertida técnica que busca convertir a los hombres homosexuales en heterosexuales, después de haber dicho originalmente que la apoyaba.
Los comentarios del ministro sobre la terapia de conversión fueron ampliamente condenados y cientos de personas protestaron en Tel Aviv.
Peretz, un ex rabino en jefe del ejército de Israel, asumió el cargo en el gobierno interino el mes pasado.
