- Gerente general de Ruvix – @stricio
El consenso de analistas, dentro de los que me incluyo, estábamos muy equivocados. No es gran novedad, pero en esta oportunidad ha sido más evidente, ya que muy pocos esperaban un dólar sobre los $700.
Para tener una opinión sobre un instrumento financiero en particular, lo más relevante son las consideraciones que se tienen respecto a los principales factores que influyen en ese instrumento, en este caso, en el tipo de cambio. En ese contexto, la mayoría de los analistas esperábamos que la guerra comercial terminara, o estuviéramos cerca de un acuerdo, con repercusiones positivas para el cobre y por otra parte que el dólar a nivel global perdiera fuerza. ¿Y qué pasó? Ocurrió exactamente todo lo contrario y con un ingrediente adicional, la economía chilena se desacelera, la recuperación no llega y el Banco Central se estaría abriendo a la posibilidad de bajar las tasas.
El dólar ya ha alcanzado un máximo no visto desde principios del año 2016 y todo indica que se estaría consolidando sobre los $700 por un buen tiempo. De recrudecerse la guerra comercial, que ahora la ruleta de Trump eligió a México con aranceles del 5%, no se observa una solución rápida.
El dólar ya ha alcanzado un máximo no visto desde principios del año 2016 y todo indica que se estaría consolidando sobre los $700 por un buen tiempo. De recrudecerse la guerra comercial, que ahora la ruleta de Trump eligió a México con aranceles del 5%, no se observa una solución rápida.
Por ende, los precios de los productos importados, viajes al extranjero y el precio de la bencina se encarecerá, lo que podría tener consecuencias al alza en la inflación y, a su vez, en todos los productos y servicios asociados a la UF como vivienda, seguros, entre otros. Por el lado positivo, las turbulencias de los mercados internacionales, podrían tener un menor impacto en los fondos de pensiones más riesgosos, ya que en su mayoría están indexados al valor del dólar.
Por otra parte, si bien el comercio se podría ver afectado, los sectores exportadores se benefician de un dólar más alto, convirtiéndose en un amortiguador del efecto negativo para la economía de los aspectos que detallé anteriormente como la guerra comercial y la caída del cobre.
En el corto plazo espero que el dólar siga fuerte, pero tengo la esperanza de que en algún momento Donald Trump tenga episodios de cordura, a medida que se acercan las elecciones y la economía de EEUU se desacelere, lo que podría cambiar radicalmente el panorama para el dólar y volver a situarse bajo los $680. Por el momento, acostumbrémonos a un dólar sobre $700.