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Más de 100 años de tradición en entredicho: las razones de los liceos monogenéricos que se resisten a la transformación

La polémica se instaló en la comuna de Independencia en diciembre del año recién pasado cuando un grupo de alumnos rechazó leer a Pedro Lemebel por su orientación sexual. Cuatro meses después el mismo establecimiento, el Liceo de hombres San Francisco de Quito, se convierte en mixto. En la misma comuna, el liceo de mujeres Rosa Ester Alessandri Rodríguez, se declaró como multigenérico.

Enrique White, director del San Francisco de Quito calificó esta transformación como “histórica” y relevó el carácter participativo de la misma. “Lo más significativo de este proceso, es la forma participativa y no impuesta que se ha dado desde el municipio”, aseguró la autoridad del colegio de la polémica.

De esta forma, Independencia toma la misma ruta que, los municipios de Santiago y Providencia, han decido tomar con los establecimientos públicos de sus comunas. Apoyar la transformación de monogenéricos a mixtos respetando las consultas internas y tiempos de las comunidades educativas.

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Establecimientos como el Instituto Nacional, el Liceo 7, el Liceo Isaura Dinator o el Victorino Lastarrias, están en proceso o ya se convirtieron en mixtos siguiendo el anhelo de la alcaldesa Evelyn Matthei y el alcalde Felipe Alessandri. Sin embargo, otros establecimientos se han quedado atrás en los procesos de cambios por distintos motivos.

Por ejemplo, en el Carmela Carvajal las estudiantes realizaron una votación interna en la que triunfó la opción de convertirse a colegio mixto. A pesar de las intenciones de las alumnas las operaciones no avanzaron principalmente porque estuvieron cerca de un año con una dirección subrogante, situación que se regularizó este año con la entrada de una nueva directora. Más allá de lo burocrático, el liceo se considera multigenerérico de manera extra oficial ya que se acepta el nombre social de los alumnos trans.

Otro de los emblemáticos que aún mantiene su condición de colegio solo de hombre es el Instituto Nacional Barros Arana. Hasta el año pasado el cambio a mixto estaba dentro del petitorio de los estudiantes. Sin embargo, hay alguna razones más de fondo que hacen el cambio más complejo. Por ejemplo, hay alumnos que aún viven 24/7 en el establecimiento, lo que genera un escenario distinto a los demás liceos que ya transitan hacía el modelo mixto.

Para apoyar los procesos de los colegios, la Red de Docente Feministas ha participado en discusiones y talleres con distintos colegios de la capital donde se han encendidos estos debates. La agrupación está conformado por profesores y profesoras en respuesta a las movilizaciones feministas de mayo del año pasado. Rosario Olivares es parte de esta agrupación y fue profesora del Liceo Victorino Lastarrias. Bajo su experiencia en la red, son los estudiantes quienes más han pujado por los cambios. En contraparte, los docentes y la plana administrativa son los que se muestran mas rehaceos a las transformaciones.

“En el ámbito de los profesores, gracias a la discusión que se ha dado, se han ido abriendo. Nosotros vimos harta resistencia. Muchos de estos colegios emblemáticos tiene profesores que llevan décadas trabajando ahí y que están acostumbrados a un solo método”, asegura Rosario.

Liceo que mantienen su modelo

  1. Liceo n.º 1 Javiera Carrera  (1894)
  2. Liceo Carmela Carvajal de Prat (1961)
  3. Internado Nacional Barros Arana (1902)
  4. Liceo de Aplicación (1892)
  5. Liceo Manuel Barros Borgoño (1902)
  6. Liceo Tajamar (1971)
  7. Liceo Teresa Prats (1921)
  8. Liceo Enrique Molina  (1823)

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