Ser una monja de clausura en el siglo XXI no es fácil: ¿cómo prosperar en la vida contemplativa con todo el "ruido, noticias y palabras" que llegan constantemente a través de internet?, señala el Vaticano.
Las cerca de 40.000 mujeres consagradas de la Iglesia en el mundo viven en una tradición de silencio y oración con siglos de historia, pero la Santa Sede teme que las nuevas tecnologías y el crecimiento de las redes sociales en los últimos años puedan suponer un obstáculo para que esto siga siendo así.
Por eso, el papa Francisco acaba de publicar un documento llamando a la mesura por parte de las monjas respecto al uso de las nuevas "formas de comunicación social, en la gran variedad que se nos presentan actualmente".
Unas normas que, según el diario británico The Tablet, hacen referencia directa a Facebook, Twitter y otras redes sociales.
"Sobriedad y criterio"
El escrito, titulado Cor Orans, fue publicado este martes 15 de mayo y explica cómo debe ser la vida en los monasterios a lo largo de cuatro capítulos -autonomía, federación, separación del mundo y formación- actualizando las normas emitidas en 2016.
En el tercer capítulo, señala que "estos medios se deben usar con sobriedad y criterio, no solo respecto a los contenidos, sino también a la cantidad de informaciones y al tipo de comunicación".
"No deben ser ocasión para la distracción y la evasión de la vida fraterna en comunidad, ni deben ser nocivos para su vocación o convertirse en obstáculo para su vida enteramente dedicada a la contemplación".