La detención de Carles Puigdemont este domingo en Alemania sumó un nuevo capítulo a la tragedia catalana. Miles de personas se manifestaron en las calles de las principales ciudades de la comunidad autónoma, y la policía volvió a reprimir con violencia, como en octubre. Un centenar de personas resultaron heridas, y otras seis fueron detenidas.
Puigdemont fue detenido en suelo alemán, donde entró desde Dinamarca y se encontraba de tránsito hacia Bélgica. Esto, a raíz de la euroorden emitida por el Tribunal Supremo. Este lunes compareció ante el Tribunal administrativo de Schleswig-Holstein, localidad ubicada al norte de Hamburgo.
Los delitos por los que España reclama a Puigdemont, rebelión y malversación de fondos públicos, tienen reciprocidad con la legislación alemana, donde hay incluso penas más duras. Esto facilitaría el proceso de extradición.
Todo esto ocurre en pleno proceso de investidura catalana. El resultado del 21 de diciembre, las últimas elecciones convocadas por el gobierno español después de la destitución y huída de Puigdemont hacia Bélgica, terminó con resultados inciertos. Quien quiera gobernar, deberá negociar, y hasta ahora nadie ha cedido. El plazo es hasta el 22 de mayo.
Pero los partidos catalanes Junt per Catalunya, el ERC y la CUP han pedido un pleno urgente para que se reconozca una eventual investidura de Puigdemont como presidente de Cataluña. Esto ha provocado diversas reacciones en el Parlament.
Después de haber declarado ante el juez alemán, Puigdemont pasó la noche en la cárcel de Neumünster. Depende del juez si es extraditado hacia España.
“Esto llevaría su tiempo, casi tres meses, si se estira el proceso”, dice a Metro Paloma Román Marugán, profesora de ciencias políticas de la Universidad Complutense de Madrid, España.
Román Marugán también explica que una eventual extradición sería un golpe para el independentismo en términos retóricos, y considerando la reacción de la gente al ser detenido, podría llevar a más manifestaciones.
Y también, supone un desafío para el independentismo catalán. Puigdemont, un desconocido cuando logró ganar las elecciones para la Generalitat en 2015, fue figura de unión independentista. El desafío sería encontrar otra figura que no tenga líos judiciales.
“Esto sería viable si Puigdemont y Comín, el otro exconseller que aun no ha renunciado, abandonen su escaño y dejen vía libre a los siguientes de la lista”.
«Veremos que ocurre cuando haya sentencias firmes»
Paloma Román Marugán, profesora de ciencias políticas de la Universidad Complutense de Madrid, España.
P: ¿Qué tan posible es que Puigdemont sea extraditado?
– Nunca se sabe a ciencia cierta, pero el sistema alemán contempla los delitos por los que se ha procesado a Puigdemont, y por esa razón -de reciprocidad- es más factible una extradición que con Bélgica. De todos modos, llevaría su tiempo, casi tres meses, si se estira el proceso.
P: ¿Qué significaría para el independentismo catalán una posible extradición de Puigdemont hacia España?
– En términos retóricos, supondría una gran afrenta a juzgar por la reacción de ayer cuando se supo su detención. En términos reales, llama la atención el ruido, con un nutrido número de políticos en prisión a día de hoy, prácticamente sería la repetición de un deja-vu…
P: Los partidos catalanes tienen que ponerse de acuerdo para formar gobierno antes del 22 de mayo. ¿Cuáles son las opciones de los catalanes?
– Las opciones son: repetir elecciones en junio; o bien elegir como candidato a la presidencia a un político del bloque independentista que no tenga problemas judiciales en curso, y que podría ser viable en términos de aritmética parlamentaria, si el propio Puigdemont y Comín, el otro exconseller que aun no ha renunciado, abandonen su escaño y dejen vía libre a los siguientes de la lista.
P: ¿Cuál es el futuro del independentismo catalán? ¿Quién es la figura que podría suceder a Puigdemont?
– De momento incierto; aunque siguen intentando mantener el pulso al Estado, entre ellos mismos mantienen serias diferencias; también es verdad que por otro lado, el poder judicial les está esquilmando, al menos de momento. Veremos que ocurre cuando haya sentencias firmes.
Figura para suceder a Puigdemont, es difícil hablar de figura en términos de gran candidato; como señalaba antes, ha de ser una persona libre de cargas judiciales. Quizá hasta ahora sea una persona desconocida, pero la única posible para dar viabilidad de nuevo a las instituciones catalanas de autogobierno. Recuerdo que Puigdemont era un desconocido cuando ocupó el puesto de Artur Mas, cuando este fue vetado por la CUP y luego inhabilitado.
