“Estoy cansado que me roben”. Esa fue la primera frase que le dijo a la policía de Buenos Aires un anciano de 94 años luego de haber ultimado a tres personas en la localidad de Caseros.
Los uniformados llegaron a la casa tras el aviso de vecinos y vieron como una mujer que escapaba del lugar fue asesinada de un disparo realizado por el enloquecido sujeto.
Tras ingresar al domicilio se encontraron con otra mujer con un disparo en el pecho y finalmente con un hombre, sobrino del anciano, el que estaba muerto en el piso, también herido de bala.
Según indica TN, las mujeres eran madre e hija y se dedicaban a cuidar al anciano, mientras el hombre era el único familiar que lo visitaba.
Aún no están claras las razones de los asesinatos, sin embargo según medios transandinos hay dos teorías. Una señala que el anciano lo hizo por rencillas económicas y otra que reaccionó al enterarse de que el sobrino quería internarlo en un asilo.