El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, se refirió a las pruebas armamentistas de Corea del Norte con un mensaje de corte apocalíptico y calificando de «maniaco» que le gusta «jugar con juguetes peligrosos» al líder norcoreano, muy al estilo controversial al que acostumbra acudir en sus declaraciones públicas.
«Ese hijo de puta… si comete un error, el lejano Oriente se convertirá en una tierra desértica», expuso, en referencia al programa de armas atómicas de Kim Jong-un. Y argumentó que, de producirse un conflicto nuclear en la península coreana, aunque sea limitado, la lluvia radiactiva «puede destruir el suelo y los recursos, y quién sabe qué pasará» en Filipinas y otros países de la región.
El mandatario filipino también ironizó con la «cara rechoncha que parece amable» de su homólogo norcoreano, a quien llamó «tonto» durante un discurso frente a funcionarios en una ceremonia pública transmitida por televisión.
Los comentarios del jefe del Estado filipino aportan tensión al ambiente a solo tres días de que comience en Manila la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), instancia que se prolongará hasta el lunes y donde se prevé que el conflicto de la península coreana sea uno de los principales asuntos en la agenda de encuentros con mandatarios de otros países, como Estados Unidos.
Un estilo controversial
No obstante, estas declaraciones siguen el estilo controversial que ha cultivado Duterte a través de los años, una forma de expresión que no escatima en adjetivos para referirse a autoridades de diferentes países.
El año pasado el mandatario filipino insultó de igual manera al ex presidente de EEUU, Barack Obama, y la Unión Europea. El ex secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, tampoco se salvó de sus apreciaciones, era calificado de «tonto» por el presidente de Filipinas.
