En calidad de testigo declaró hoy el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril, Hermann von Mühlenbrock, en la Fiscalía Metropolitana Oriente, por el caso del espionaje que afectó a su oficina en el edificio de la Sofofa.
El dirigente gremial declaró durante tres horas ante los fiscales Roberto Contreras y Lorena Parra y se retiró de la fiscalía sin hablar con la prensa.
Por su parte, la fiscal Parra confirmó que von Mühlenbrock entregó su teléfono celular y que los dispositivos de espionaje fueron hallados durante un barrido electrónico.
De acuerdo a versiones de prensa, este barrido lo efectuó el ex carabinero Rubén Aros Oñate, dueño de la empresa de seguridad privada Profacis, contratada por la Sofofa. El sargento en retiro ya declaró ante los fiscales.
También este martes, la Brigada del Cibercrimen de la PDI realizó peritajes en las oficinas de Carozzi en Nos. Su director y vicepresidente de la Sofofa, José Juan Llugany, también fue espiado en su despacho.
En un comunicado, Llugany indicó que los detectives «inspeccionaron el lugar donde se produjo el hallazgo de un dispositivo irregular y tomaron fotografías, con el objetivo de realizar las pericias correspondientes».
Añadió que espera que este procedimiento «permita esclarecer estos hechos, para que no afecte la institucionalidad ni a nuestro gremio empresarial. Confío en la Justicia y en la pronta resolución de este caso».