Más de 60 ministros de Exteriores y representantes de países y organizaciones regionales se dieron cita este miércoles en Washington para refinar la estrategia de la coalición liderada por EEUU contra el Estado Islámico (EI), en el primer encuentro de ese grupo desde la llegada al poder de Donald Trump.
A la reunión, presidida por el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, asisten ministros y representantes de los 68 países y organizaciones que integran la coalición, entre ellos el titular de Exteriores español, Alfonso Dastis.
En la ocasión, Tillerson declaró que inevitablemente matarán al líder del EI, Abu Bakr al-Baghdadi, en momentos en que las fuerzas de la coalición internacional continúan ejerciendo presión militar sobre los yihadistas en Siria e Irak.
«Casi todos los colaboradores de Abu Bakr Baghdadi están muertos, incluido el cerebro de los ataques de París, Bruselas y otros lugares», enfatizó Tillerson al inicio de una reunión de los miembros de la coalición en Washington.
«Es sólo cuestión de tiempo que Baghdadi corra la misma suerte», agregó el secretario de Estado.
A la cita asistieron, entre otros, el primer ministro de Irak, Haidar Al Abadi, quien el pasado lunes se reunió con Trump en Washington; y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Hace casi un mes, el Pentágono presentó a la Casa Blanca una lista de opciones para acelerar la lucha contra los yihadistas del EI en Siria e Irak, como había solicitado Trump al llegar al poder.
El jefe del Mando Central, el general Joseph Votel, sugirió en febrero que podría necesitarse un aumento de tropas estadounidenses en Siria (donde hay unos 500 miembros de las fuerzas especiales) para apoyar las operaciones sobre el terreno de milicias aliadas y facilitar la toma de Al Raqa, la capital de facto del EI.
Hasta el momento, Estados Unidos ha desplegado unos 5.000 soldados en Irak para asistir y entrenar a las tropas kurdas e iraquíes, que han retomado parte del territorio que los yihadistas había conseguido en 2014, entre ellos la mayor parte de Mosul, la segunda ciudad del país.
Desde el verano de 2014, Estados Unidos ha realizado más de 14.500 ataques aéreos en Siria e Irak como parte de una coalición internacional liderada por el Pentágono.