Los jefes del Congreso estadounidense y la Casa Blanca se alinearon este lunes a favor de una investigación sobre la supuesta interferencia de Rusia en las recientes elecciones presidenciales para beneficiar a Donald Trump, una idea rechazada por el presidente electo.
Trump escogió al jefe de la petrolera ExxonMobil, Rex Tillerson, como su secretario de Estado, informaron medios estadounidenses el lunes en la noche, lo que probablemente conducirá a disputadas audiencias de confirmación en el Senado por los lazos del empresario con Rusia.
«Anunciaré quién será mi futuro secretario de Estado mañana [martes] por la mañana», escribió Trump en su cuenta de Twitter.
Varios medios, incluidos The New York Times, Washington Post y NBC News, citaron fuentes diciendo que el magnate inmobiliario había seleccionado a Tillerson después de una prolongada y pública búsqueda del jefe de la diplomacia estadounidense.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) realizó una investigación y concluyó que Rusia realizó ataques cibernéticos para ayudar en la elección de Trump y no solamente para obstaculizar el desarrollo normal de las elecciones.
Políticos demócratas inmediatamente pidieron que se investigue la posibilidad de la interferencia rusa en las elecciones, pero este lunes dos verdaderos pesos pesados republicanos en el Congreso también apoyaron la idea.
El republicano Paul Ryan, influyente presidente de la Cámara de Representantes, dijo que «toda intervención extranjera en nuestras elecciones es enteramente inaceptable».
«Y toda intervención de Rusia es particularmente problemática porque, bajo el presidente (Vladimir) Putin, es un agresor que constante busca afectar los intereses de Estados Unidos», apuntó Ryan.
Por su parte, el presidente del mayoritario bloque republicano en el Senado, Mitch McConnell, dijo que «los rusos no son nuestros amigos».
«Tengo la más alta confianza en la comunidad de inteligencia y especialmente de la CIA», añadió en una conferencia de prensa.
El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo este lunes que la presidencia defiende el papel del Congreso en situaciones como ésta.
«No necesitas acceso privilegiado para entender quién se benefició de la maliciosa ciberactividad rusa», dijo Earnest, recordando que el presidente Barack Obama ya ordenó a la comunidad de inteligencia que «compile información que pueda ser presentada al Congreso».
Otros dos influyentes republicanos -el excandidato presidencial John McCain y el senador Lindsey Graham- apoyaron una investigación bipartidista.
Pero tanto Ryan como McConnell dejaron claro que se oponen a la creación de una ‘súper comisión’ bicameral, como ocurrió con el escándalo de Watergate o los ataques de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, compuesta por legisladores de las dos cámaras, lo que habría dado mayor relevancia y publicidad a la investigación.
– ¿Y si Clinton hubiese ganado? –
Además, 10 de los 538 grandes electores que elegirán formalmente a Trump presidente de Estados Unidos el 19 de diciembre, pidieron a las agencias de inteligencia más información sobre los presuntos ciberataques rusos en la campaña. Nueve de ellos son demócratas.
La interferencia rusa habría estado detrás de la invasión de los sistemas de correos del Comité Nacional Demócrata y del jefe de campaña de la candidata presidencial Hillary Clinton, John Podesta.
Pero al conocerse las denuncias sobre el informe de la CIA, Donald Trump reaccionó airadamente calificando como «ridícula» la posibilidad de haber tenido ayuda rusa para ganar las elecciones.
En la madrugada de este lunes, Trump volvió a desestimar la posibilidad de que los servicios de inteligencia tengan informaciones concretas sobre la participación rusa.
«¿Pueden imaginarse si el resultado de la elección hubiera sido diferente y NOSOTROS jugáramos la carta CIA/Rusia? ¡Sería llamado una teoría de conspiración!», apuntó en un ‘tuit’.
El portavoz de la cancillería rusa, Dmitri Peskov, clasificó las denuncias como «gratuitas» y «no profesionales».
– Romney dice que no está en carrera –
Trump no esconde sus afinidades con Putin y su intención de mejorar los lazos con Moscú.
El presidente ruso condecoró a Rex Tillerson con «la orden de la amistad».
«Ese hombre un delincuente y un asesino, no veo cómo se puede ser amigo de un exagente de la KGB», declaró McCain a la cadena CNN. El Senado debería confirmar la nominación, lo que requerirá el voto de una mayoría de republicanos.
«Ser amigo de Vladimir no es una característica que yo espero de un secretario de Estado», concordó sus colega Marco Rubio.
Después de que Trump informó que el martes designará al nuevo jefe de la diplomacia, el ex candidato presidencial Mitt Romney declaró que él no estaba en carrera.
«Fue un honor haber sido considerado para secretario de Estado de nuestro gran país», escribió Romney en su página de Facebook.
Al mismo tiempo, Trump amenaza con romper el cuidadoso entendimiento de la Casa Blanca con China, sugiriendo en varios tuits durante el fin de semana que podría no reconocer más el principio de «una sola China» a menos que Pekín acepte renegociar los términos de la relación bilateral.
Obama no ha puesto nunca en duda el principio de «una sola China», que considera al autónomo Taiwán como parte de un solo Estado que algún día se unirá bajo control de Pekín.
La declaración de Trump provocó el rechazo del saliente gobierno estadounidense. El portavoz de la Casa Blanca sostuvo que Taiwán no debía usarse como moneda de trueque para lograr concesiones de Pekín.
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