A pesar de que Hillary Clinton ha sido considerada como la ganadora de los tres debates de las últimas semanas, su campaña no se ha relajado. Ahora, a sólo dos semanas del 8 de noviembre, el día de las elecciones, los esfuerzos están volcados a convencer a los electores negros, latinos y asiáticos a que le den su preferencia, en estados donde ya se puede votar.
Los esfuerzos de campaña no son por nada. La consultora RealClear Politics, que publica un resumen nacional de todas las encuestas que se hacen en Estados Unidos, muestra una baja de un punto porcentual (de 7 a 6,1) en la diferencia de apoyo entre la candidata demócrata y su rival, Donald Trump, desde el 19 de octubre pasado hasta la fecha. Ese fue el día del último debate.
El esfuerzo de los demócratas se ha concentrado incluso en los estados tradicionalmente republicanos, como Carolina del Sur y Carolina del Norte, donde se reunirá esta semana con Michelle Obama para un evento conjunto. Además, viajará a Florida, estado que otorga 29 votos electorales, que en elecciones pasadas ha sido decisivo para victorias republicanas y que esta vez se encuentra dividido con una ventaja relativa para Clinton.
Donald Trump, por su parte, y como publica el The New York Times, se está enfocando en aquellos electores de los estados mayoritariamente blancos y divididos que no se han convencido de apoyarle, pero que tampoco votarían por Hillary Clinton. Su jefa de campaña, Kellyanne Conway, explicó la estrategia al programa de la NBC “Meet The Press”.
Además, en un mensaje de campaña que dio este domingo en el estado de Florida, donde en algunos distritos ya se puede votar, se aprovechó de las intenciones partidarias de reforzar el apoyo a los candidatos al Congreso, diciéndole a los electores que le ayuden a tener un parlamento “amigable” para implementar su programa de gobierno.
Trump se refirió a sus primeros 100 días de un hipotético gobierno en Gettysburg, Pennsylvania, el mismo lugar en donde Abraham Lincoln pronunció uno de sus discursos más famosos de la Guerra Civil. Anunció que se dará inicio al proceso de deportaciones de los más de dos millones de inmigrantes ilegales y criminales, y castigo a los países que se nieguen a recibir de vuelta a sus ciudadanos.
Donald Trump pretende, también, limitar los mandatos de los miembros del Congreso, cancelar todos los aportes a los programas contra el cambio climático de la ONU y destinar esos fondos para la reparación de la estructura interna del país, y prometió comenzar con su plan de creación de 25 millones de empleos en una década. Es en estos puntos en que se enfocará su campaña de aquí al día de las elecciones.
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