Pablo Ramírez, el cajero de Servipag que fue quemado por un par de individuos que intentaron asaltarlo mientras cumplía con sus labores, en una caseta pagadora al interior de un supermercado Mayorista 10 en la comuna de Hualpén, Región del Biobío, prestó declaración esta jornada en la tercera audiencia que se realiza del caso en el Tribunal Oral en lo Penal de Concepción.
“Uno me rocía con combustible, me amenaza con prenderme fuego. En la mano izquierda llevaba un encendedor. Acercó un poco el encendedor a la escotilla o el espacio bajo la ventanilla, y él me prendió”.
La víctima, que por petición propia declaró detrás de cortinas que impidieron que el acusado -el menor de edad identificado con las iniciales I.M.P. y apodado como “el Nacho”- tuviera contacto visual con él, declaró que fueron dos sus atacantes: un hombre mayor, que fue el que le prendió fuego, y uno menor, que es el que estaba en la audiencia.
El hombre mayor al que se refirió Ramírez era Jorge Montecinos Pinto (28), hermano de I.M.P., quien falleció en horas de la madrugada del pasado martes 19 de julio, en el Hospital Herminda Martín de Chillán, quien fue agredido el viernes anterior en el módulo de imputados de la cárcel de Chillán, donde permanecía en prisión preventiva por su ataque al cajero y robo con violencia.
El abogado de la víctima, Renato Fuentealba, confirmó que el cajero reconoció a sus agresores, por lo que confía que el joven imputado reciba la pena solicitada por la Fiscalía. “Tuvo un tiempo, tal como lo confirmó, para poder ver quiénes eran las personas que se encontraban afuera de la caseta de Servipag, y pudo identificarlos perfectamente”.
Aunque el imputado no fue quien prendió fuego a Pablo Ramírez, de todas maneras está afecto a la pena máxima que contempla la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil, 10 años de cárcel, y hacia allá apunta el Ministerio Público.
PUB/AOS