El vehículo, con 46 pasajeros, se estrelló contra un peñasco tras despistarse de la carretera que une las localidades de Mogi das Cruzes y Bertioga el miércoles por la noche, a unos 120 kilómetros de la capital económica del país.
«Hay 18 muertos hasta el momento, uno de los cuales aún no fue identificado», dijo a la AFP un asesor de la policía de Guarujá, distrito al cual fueron trasladadas las víctimas.
De acuerdo con la descripción del accidente realizada por los bomberos de Sao Paulo en su cuenta de Twitter, «el ómnibus perdió el control y chocó contra una roca de la pista contraria y luego volcó».
El vehículo ya fue retirado de la zona de la catástrofe, que dejó en estado de «shock» al presidente interino, Michel Temer, quien anticipó que convocará a órganos de fiscalización «para evitar que se repitan tragedias como esta».
Los estudiantes salían de tres centros educativos de la localidad de Mogi das Cruzes y regresaban al municipio costero de Sao Sebastiao en una noche de bajas temperaturas y con la ruta resbaladiza, según el sitio de información de la red Globo G1.
El autobús formaba parte de un convoy de al menos cuatro vehículos.
Constantemente se reportan accidentes en las calles y carreteras del país más grande de Sudamérica, en el que mueren en promedio unas 43.000 personas al año por esta causa.
Entre 2002 y 2012, la cifra de accidentes de tránsito aumentó en 24,5% en Brasil, donde cada día circulan 10.000 nuevos automóviles.
Uno de los últimos grandes siniestros ocurrió en marzo de 2015, cuando 54 personas murieron después de que el autobús en el que viajaban a un evento religioso fallara al tomar una curva y cayera 400 metros por un despeñadero en el estado de Santa Catarina, al sur del país.
En septiembre, 15 pasajeros perdieron la vida, entre ellos varios turistas, en otro accidente de bus ocurrido en Paraty, una ciudad muy visitada al sur de Rio de Janeiro, durante el feriado del Día de la Independencia.
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