Amado por muchos y odiado por otros, Diego Simeone nunca pasa desapercibido.
El “Cholo” y su peculiar manera de llevar adelante a su equipo, además del estilo que propone, se robaron la noche en el Allianz Arena.
Atlético de Madrid llegó a Alemania con un 1-0 a favor, pero Bayern Munich pronto logró el empate global en casa y los ánimos comenzaron a calentarse en el banquillo de los “Colchoneros”. Pero fue una falta contra Robert Lewandoski la que hizo explotar al argentino.
Todo porque el polaco cayó al suelo quejándose de una falta de un jugador “colchonero” y provocando que la banca del Bayern llenara de reclamos al juez. Al “Cholo” no le gustó para nada esto y fue a increpar a un ayudante de Pep Guardiola, mientras Franck Ribery lo detenía. “Cerrá el or..”, gritó el polémico entrenador.
Pero las cosas no quedaron ahí. A pocos minutos del final del encuentro, cuando “Atleti” tenía la clasificación en la bolsa, el “Cholo” reclamó al juez principal por el tiempo añadido, y el cuarto árbitro intentó tranquilizar al argentino, quien reaccionó dándole un golpe en el hombro. Esto no fue sancionado.
A final de cuentas, Simeone se “salió con la suya” y metió a su Atlético a la final de la Champions League, donde intentará ganar el título que se le escapó hace dos años en Lisboa, cuando enfrentaron al Real Madrid.
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