Todo fue una confusión. Luego de la suspensión del partido entre Coquimbo Unido y Defensa y Justicia por la semifinal de ida de la Copa Sudamericana, el plantel argentino debía cumplir cuarentena en Chile según las autoridades sanitarias durante 14 días.
Pero finalmente un llamado desde la Casa Rosada ayudó a destrabar todo, más bien, desde Avenida Vicuña Mackenna. Es que el embajador argentino en el país, Rafael Bielsa, fue quien se comunicó con el Gobierno chileno para que el plantel transandino pueda viajar.
Durante el mediodía llegó una petición formal del Gobierno argentino, argumentado la amistad entre ambos países y para dar un corte al problema, lo que permitió a los dirigidos por Hernán Crespo poder dejar el país.
De esta forma, la delegación del Halcón volvió en dos vuelos rumbo a Buenos Aires. En uno, viajó la gran mayoría del plantel y en el otro los tres jugadores contagiados, gracias al permiso especial del cual también formó parte de la gestión la ANFP.
Crespo señaló desde el aeropuerto que «ni Coquimbo ni Defensa y Justicia tienen culpa en todo esto. Solo queremos jugar al fútbol, enfrentarnos con un gran rival. Vinimos a jugar en la cancha de Coquimbo. Todo se comenzó a desvirtuar desde que llegamos, con el cambio de sede. Donde digan jugamos. Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer».
Ahora ambos planteles tendrán que jugar en Asunción el próximo 12 de enero en estadio y horario por confirmar, aunque desde la dirigencia pirata apuestan a que la vuelta también sea en cancha neutral o se juegue un solo partido, para no dar ventajas deportivas por no ejercer su localía.
