Fue un partido cargado de emociones. Luego de la suspensión del clásico entre Los Angeles Clippers y Los Angeles Lakers, el cuadro amarillo y púrpura jugó su primer juego en la NBA desde la trágica muerte de Kobe Bryant y, como era de esperarse, tuvo un sentido homenaje.
Desde antes que comenzara el duelo el Staples Center estaba cubierto de camisetas con la 24 y la 8 en la espalda, los dos números que inmortalizó Bryant en sus 20 años con los Lakers y que fueron retirados de la franquicia cuando el escolta dejó la actividad en 2017.
Luego hubo números musicales y videos que recordaban los mejores momentos de The Black Mamba, donde LeBron James no pudo aguantar las lagrimas. La actual figura de la escuadra de California era un gran amigo de Bryant, por lo que tomó la palabra y dijo que «esta noche celebramos al niño que vino aquí a los 18 años, se retiró a los 38 y se convirtió probablemente en el mejor padre que hemos visto en los últimos tres años», recordando también a la hija del alero, quien también falleció en el accidente.
Durante el partido mismo, cada momento del juego era una oportunidad para recordar al ganador de dos medallas de oro en Juegos Olímpicos. Además del ya tradicional homenaje de dejar correr el cronometro en la primera posesión, cada punto convertido fue dedicado al cielo por los jugadores de ambos equipos.
Casi fue una anécdota la derrota de los Lakers por 119-127 ante Portland Traill Blazers y los 48 puntos que anotó Damian Lillard para la escuadra visitante. Lo mismo los casi 40 minutos que jugaron James y Anthony Davis en los locales, quienes sostienen gran parte del juego y cuando no están se nota su ausencia.
De esta forma la franquicia donde brilló Kobe Bryant volvió al básquetbol, pero todavía conmocionada por la trágica muerte de la máxima figura en su historia.
