El caso de dopaje de Nicolás Jarry (78° en el ránking ATP) sigue impactando al tenis. El tenista chileno fue suspendido provisionalmente tras dar positivo en un control en las Finales de Copa Davis por un metabolito.
Y mientras el Príncipe prepara su defensa, en el circuito salen a respaldar la inocencia de la segunda raqueta nacional, como es el caso del actual número uno del mundo, Rafael Nadal quien aseguró que pone las manos al fuego por el nieto de Jaime Fillol.
Tras avanzar a cuartos de final del Abierto de Australia, Nadal señaló en conferencia de prensa que «soy sincero, no tengo toda la información para opinar, pero de lo que estoy cien por cien seguro es que Nicolás no se ha dopado en ningún caso por voluntad propia. Pongo las manos al fuego. Le conozco a él y a su familia, sé la calidad de gente que son”.
El manacorí eso sí, defendió al sistema impuesto por la ITF. «Yo sí creo en el sistema, lo que pasa es que a veces puedes tener mala suerte. Esa es la realidad. Vamos a cenar a restaurantes, cualquier persona te puede dejar en una situación de desprotección. Según sé, las vitaminas que consumió estaban contaminadas. Con lo que ha acontecido en los últimos años, la regla dice que es de exclusiva responsabilidad del jugador lo que se ingiere. La regla es así», cerró.