Tras el anuncio de la ANFP de reanudar el Campeonato Nacional a partir del 15 de noviembre, la preocupación se trasladó a los municipios que deben albergar los partidos pospuestos tras el estallido social en Chile.
El alcalde de Ñuñoa, Andrés Zahri, se mostró contrario a la realización del encuentro entre Universidad de Chile y Everton que se disputará el próximo sábado 16 de noviembre, en el Estadio Nacional.
«El partido de la U con Everton es un evento masivo y mientras no exista absoluta tranquilidad y calma, no tiene sentido que se juegue», señaló el edil en diálogo con El Mercurio.
Zahri prefiere esperar a que todo retorne a la «normalidad» para continuar con el curso del Campeonato Nacional: «Creo que hay que esperar que todo vuelva a la calma. No es recomendable que se juegue, más aún los equipos grandes. Es la Intendencia la que decide, pero de haber inconvenientes los daños serían para el municipio».
Por otro lado, Felipe de Pujadas, concejal de Las Condes, también se opone a que se juegue el clásico entre Universidad Católica y Colo Colo, el próximo 17 de noviembre en San Carlos de Apoquindo:
«Nuestro consejo municipal no es partidario que se juegue en San Carlos por el clima de tensión social existente. Hay inquietudes por las barras bravas», indicó en conversación con El Mercurio.
Las barras de los equipos de mayor convocatoria en Chile (Garra Blanca, Los de Abajo y Los Cruzados), junto a la hinchada de Santiago Wanderers y Everton (Los Panzers y Los del Cerro) están en contra de la reanudación del torneo e incluso han llamado a boicotear los encuentros.
