El pasado partido entre Curicó Unido y Universidad de Concepción tuvo un amargo final con los jugadores penquistas reclamando contra el árbitro del partido, Francisco Gilabert. La razón no era un error en los cobros, sino porque Alexis Rolín lo acusó de insultos racistas.
El defensa de los estudiantiles abandonó la cancha evidentemente enojado y, al momento de hablar con la señal de televisión que posee los derechos de transmisión del fútbol chileno, declaró que el juez lo miró a la cara y le dijo «negro feo».
Por lo mismo el Tribunal de Disciplina anunció este martes que tanto Gilabert como Rolín están citados para la audiencia de la próxima semana y así conocer su versión de los hechos. Además, también tendrá que ir el jugador curicano Mario Parra como testigo.
Alejandro Musa, secretario del tribunal, declaró que «se usarán las imágenes de público conocimiento» para ayudar en la investigación y, en caso que no haya claridad sobre los hechos ocurridos, puede estimar nuevas diligencias.