Roger Federer es, sin duda, el mejor tenista de todos los tiempos, el hombre que ha reescrito casi todos los libros de historia del deporte blanco y a sus 37 años sigue vigente en el máximo nivel del ATP World Tour.
El actual número dos del mundo fue hasta Tokio (Japón) para un evento de su nuevo auspiciador de ropa y allí contó detalles inéditos de su increíble carrera profesional, en la que ha ganado 20 títulos de Grand Slam, entre innumerables trofeos.
Allí, Federer reveló cuál fue el momento más brillante de su historia profesional: «Fue en Australia 2017, en la final ante Nadal. Fue un desafío mayúsculo para mí, iba 1-3 en el quinto set abajo, pero me mantuve positivo, pude entrar de nuevo en el partido y creo que realicé mis mejores 25 minutos; los más perfectos de toda mi vida«.
Y su experiencia de vida, el suizo reveló que «cuando miro atrás veo mucho momentos importantes que han pasado en mi vida: el nacimiento de mis hijos, mi boda con Mirka, ganar Wimbledon por primera vez. Pero si rebusco en ese pasado quizás el que supuso un mayor cambio en mí como persona fue entre los 14 y los 16 años, cuando tuve que abandonar Basilea e irme a vivir a Lausanna«.
En esa línea, contó que «en Basilea se habla alemán y yo no hablaba bien francés, y tuve que irme solo y desenvolverme yo solo. Y ahí aprendí a ser fuerte, independiente, perseverante, y todo en muy poco tiempo. Por eso es muy bueno viajar y vivir fuera«.
«La mayoría de mis experiencias tienen que ver con salir afuera, vivir fuera, viajar alrededor del mundo. Por eso creo que es bueno salir y experimentar, no es fácil, lo sé, pero es el consejo que le daría a la gente«, sentenció.
Federer volverá a jugar la próxima semana en el Masters 1.000 de Shanghai, donde defiende el título obtenido el año pasado ante el propio Nadal.