El 11 de julio pasado el defensa Benjamín Vidal era presentado como refuerzo de Universidad Católica en el complejo Raimundo Tupper Lyon de San Carlos de Apoquindo. De eso han transcurrido 45 días y el ex Palestino aún no registra minutos en cancha como jugador cruzado.
Es más, el central de 26 años ni siquiera ostenta una convocatoria para un partido por los puntos de la Franja por parte del cuerpo técnico de Mario Salas. Pero eso se debe en gran parte a una lesión que sufrió a pocos días de su arribo al club de Las Condes.
En las jornadas previas a la Supercopa ante Colo Colo, el formado en O’Higgins sufrió un desgarro en los isquiotibiales que lo marginó del citado duelo ante el Cacique, como también los cruces ante la Universidad de Concepción, Unión Española y Everton por el Transición, más el lance ante Rangers por Copa Chile.
El pasado jueves 17 de agosto, el propio Salas confirmó que «David (Llanos) y Benjamín (Vidal) ya están a disposición del cuerpo técnico«. De hecho el ex delantero de los talquinos formó parte de la delegación que enfrentó al Decano, pero Vidal ni siquiera fue citado.
El oriundo de Doñihue tampoco fue convocado para el cotejo de ida por los octavos de final de Copa Chile ante Huachipato en San Carlos de Apoquindo. Tanto ante los caturros como ante los acereros, su exclusión de la nómina sólo fue por decisión técnica.
Pero de cara al encuentro ante Curicó Unido en la precordillera por la quinta fecha del Transición, el ex Universidad de Chile podría concentrar por primera vez con el plantel de honor de Católica y con ello tener la clara chance de vivir su estreno por los cruzados.
El desgarro que tiene descartado a Branco Ampuero más las molestias que ha acusado en el tobillo Benjamín Kuscevic (que lo obligaron a salir en el entretiempo ante Huachipato), le aumentan las posibilidades de debutar al único refuerzo que llegó a la UC en el último mercado y que aún no registra minutos en cancha.