El Gráfico Chile
«He podido pensar mucho, hacer cosas diferentes». Con calma, con los primeros balbuceos de la pequeña Maia de fondo, Jeremías Israel explica y proyecta. Hasta hace muy poco era normal verlo a fondo, surcando las dunas en motos. Hoy, siempre inventando una nueva aventura, avanza con otro ritmo.
«Con la intensidad de estar corriendo y compitiendo tantos años, hubo muchas cosas a las que no les había podido prestar atención. Parar un tiempo las competencias me ha permitido hacerlo… Entre ello, pasar más tiempo con las pequeñas Maia (5 meses) y Zoe (3 años)».
Toda una vida compitiendo, desde la adolescencia con el motocross. Luego el profesionalismo en Estados Unidos. El enduro. El rally. Siempre al máximo. ¿Cómo se replantea un nuevo enfoque? «Estoy viendo unos proyectos. La decisión de no ir al Dakar en 2017 me ha ayudado a poder reestructurarme y a planificar con más tiempo», confiesa.
«El entrenamiento es parte de mi estilo de vida: ahora lo retomé con más intensidad y siento que vuelvo a lo mío, a lo que más me gusta», avisa pensando en lo que viene.
Pero… ¿en qué estás, Jeremías?
– Vengo llegando de Islandia… un viaje maravilloso. Llegué hace unos días luego de recorrer paisajes sorprendentes. Fui por invitación de un viejo amigo, Jóhann Jóhannsson, que está a mitad de camino entre un osteópata y un quiropráctico, y que trabajó conmigo en el primer Dakar que corrí, en 2013. Me ayudó mucho.
En tu instagram @jereisrael se pueden apreciar spots geniales para andar en moto.
– Así es… Siempre me había invitado a Islandia, pero como estaba compitiendo, no podía ir. Aproveché que ahora tenía un tiempo y allá comenzaba la primavera… es increíble el paisaje, la cultura y el sistema de desarrollo deportivo que tienen. Cuidan mucho el medioambiente, son cuidadosos con las rutas. Hicimos dos días de clínica con pilotos mayoritariamente amateur con enfoque de rally o enduro. Quedaron muy contentos. Estamos hablando la opción de repetirlo el año que viene y en más ciudades.
La edición 2016 del Desafío del Desierto anunció que participarás en la carrera.
– El Desafío del Desierto es un evento que siempre ha sido una oportunidad para correr en ese terreno, de participar con un grupo de personas cercano y entretenido, que van a correr pero también a compartir. Esa instancia ha sido mágica cuando corría. Y ahora que estoy en este momento de trance, vuelve a ser una oportunidad para ir al desierto, de ir a disfrutar.
¿Y el Dakar?
– Para mí es una decisión tomada, no participar en el próximo Dakar. Primero, respecto del evento propiamente tal, hay una decisión compleja a nivel de país que se ha politizado mucho. Ahora, desde mi punto de vista y de mi decisión, por la situación con Honda HRC y la mala comunicación que ellos hicieron a partir de su comunicado, primero quiero resolver ese asunto para luego volver a mirar hacia un proyecto Dakar. Siento que salir a tocar puertas para conseguir recursos y auspiciadores, a vender un evento que está muy golpeado, creo que es mejor perseguir proyectos que tenía pendiente y que hoy puedo recoger para darles vida.
¿Cuáles son esos proyectos?
– Estoy buscando proyectos vinculados al contenido. Muchos recordarán el «Road to Dakar», un reality basado en redes sociales donde iba contando mi pasos hacia el primer Dakar que corrí en 2013. Hoy, la idea es poder volver a generar contenido, hacer cosas entretenidas, y poder potenciar las ideas que se van juntando durante los años, y que al estar enfocado en el entrenamiento quedan en el aire.
Uno de ellos es el viaje a India.
– Exactamente. Esta semana salimos. Vamos recorrer el sur de India en unas motos Royal Enfield Continental GT, tanto en la selva como por la playa, junto a otros dos embajadores que, como yo, protagonizaremos la nueva campaña de la marca de ropa Roak.
GRAF/PMR
