Diego Simeone es tan odiado como amado en el mundo del fútbol. El técnico se ha ganado elogios por tener a Atlético de Madrid en lo alto del fútbol español y europeo, pero su carácter y su estilo de juego han generado constantes críticas en los amantes del buen toque de balón.
El «Cholo» es el reflejo del «anti Tiki Taka» y también es conocido por su histrionismo y fuerte carácter al borde de la cancha, lo que quedó reflejado en el partido entre Bayern Munich y Atlético de Madrid en el Allianz Arena, válido a la semifinal de vuelta de la Champions League.
Cuando los «Colchoneros» caían por 1 a 0 y tenían el marcador global igualado, el ambiente comenzó a caldearse en el estadio alemán y los españoles comenzaron a friccionar el partido, lo que provocó los reclamos de la banca alemana.
En una de esas friccionadas jugadas, Robert Lewandowski recibió una falta de los visitantes y cayó al piso tomándose el estómago del dolor. Los integrantes del banco bávaro se pararon para alegar y recibieron la respuesta de Diego Simeone, quien se enojó y perdió el control.
El «Cholo» fue a increpar a un ayudante de Pep Guardiola y Franck Ribery tuvo que detenerlo para calmar la situación. Todo mientras el técnico gritaba «cerrá el orto» al banquillo de Bayern Munich. Las críticas y elogios no se demoraron en aparecer.