Por Álvaro Bley – @alvarobley
Medio partidario Frecuencia Cruzada
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Estaba pensando en escribir algo para que levantemos cabeza. Alguna especie de arenga con lo que han mostrado jugadores e hinchas este campeonato, como que hemos tenido muchos huevos, como que los canteranos se han puesto el equipo al hombro, como que ganamos partidos difíciles. Pero no, no se me ocurre nada. Creo que con cada año que pasamos de frustración en frustración ya se van perdiendo las circunstancias de las que nos podemos aferrar. Ahora, en este momento, a un día de haber perdido contra San Luis no se me ocurre ninguna. Ni alguna alusión histórica, ni por los abuelos, ni por los que están por nacer. Nada.
Gracias a un primer tiempo horrible, en donde los de San Luis parecía que eran 20 y nosotros que éramos cinco personitas corriendo detrás de la pelota, todos empezamos a ver un final terrible, típico y nefasto. Porque no dábamos dos pases seguidos, porque nuestro referente de área estaba en la luna y porque no sabíamos cómo sortear esa superioridad numérica que nos plantaron en la mitad de cancha.
¿Cómo va a cambiar tanto un equipo de un sábado a un martes? De ahí ya fue puro nervio, puro sufrir, esperar que nos quedara una después de un pelotazo. Pero a San Luis le quedaban todas, parecía que venía el segundo, el tercero y nosotros ni cerca. Así se pasó todo el segundo tiempo, voló, y la respuesta de la banca fue la misma que todo este año y medio cada vez que vamos perdiendo: poner más y más delanteros. Todos ya sabemos que esa no es la solución, pero dale con volver a lo mismo, partir el equipo, buscar el pelotazo a nadie.
A continuación voy a escribir miles de preguntas que no sé cuáles son sus respuestas: ¿Qué carajo nos pasa en estos partidos? ¿Por qué jugamos tan mal partidos contra equipos que vienen peleando el descenso, como contra Iquique el año pasado, o contra San Marcos y San Luis este? ¿Es culpa de Mario Salas y su tozudez e incapacidad de leer el partido y cambiar el juego desde la banca? ¿Será que nos faltan referentes, como todos esos grandes jugadores que pasaron por Católica en la década de los 90 pero que sólo nos dieron un campeonato nacional? ¿Es culpa de Buljubasich y sus refuerzos? ¿Es culpa de la SA que sólo piensa en números verdes? ¿O de la Fundación que elitizó el club y sus dirigentes que no dan la cara? ¿Será una maldición? ¿Una profecía autocumplida, gracias a esa canción que dice «la cato va a salir campeón el día que se vayan todos los de la Fundación»?
Luego de esta ronda de preguntas, voy a hacer sólo dos más y que sí tienen respuesta: ¿Todavía tenemos posibilidades de ser campeón? Respuesta: Sí. ¿Volveremos a estar el sábado en San Carlos e ilusionarnos irracionalmente? Respuesta: Por supuesto.
GRAF/PS