Un tuiteo «poderoso» o un regalo «poderoso». Esos son dos ejemplos de los títulos sobre las acciones de Andrónico Luksic en redes sociales. Sin embargo, en este caso hay que destacar que hay alguien que tiene más poder que el empresario y bueno, más que gran parte de las personas del mundo.
Es que algún privilegio debe tener la reina Isabel II, quien a sus 91 años en la monarca más longeva en la historia británica. Por lo mismo, el blog Travel and Leisure dio a conocer algunos de los tantos poderes con los que cuenta la abuela de Harry y William, por las que podría hacer un brindis cada vez que quisiera.
Por ejemplo, no necesita pasaporte. ¿Por qué? Muy simple. Todos los documentos de este tipo son entregados a nombre de ella, por lo que no necesita acreditarse ante nadie. Tampoco requiere tener licencia de conducir ni que el automóvil que maneje tenga patente.
Otro hecho destacado es que tiene dos fechas de cumpleaños. Jorge II en el siglo XVIII temía que su celebración se viese afectada por un día de mal clima, por lo que se creó un segundo día de festejo en los días previos al verano en caso de verse opacada la fecha en que llegó al mundo producto de la lluvia, nieve o cualquier inclemencia meteorológica.
Este problema no debería tenerlo Su Alteza, ya que nació el 21 de abril de 1926 en plena época primaveral en el Reino Unido, pero por tradición se mantiene el segundo cumpleaños.
Mientras que en el palacio de Buckingham cuenta con dos privilegios que la mayoría no tiene en sus casas: un cajero automático propio, así puede tener dinero y poder salir a la calle a comprar lo que desee. También tiene la posibilidad de tener un poeta personal y tiene una: Carol Ann Duffy.
Por último, ser la monarca inglesa también le da el poder de poseer una gran cantidad de cisnes que están en el río Támesis en Londres. Esto debido a que la carne de esta ave era considerada «un manjar» en el siglo XII. Mientras que XIV se firmó un estatuto que le dio el control de todos los delfines y ballenas que hay en las aguas del Reino Unido. Una cosa poca