Matilda fue adoptada a las 12 semanas de vida desde un albergue, pero su vida estaba destinada a ser un poco más compleja.
El felino comenzó a manifestar con el paso de los días un crecimiento de sus ojos mayor a lo normal lo que alertó a sus nuevos dueños.
Matilda fue sometida a una serie de exámenes, los que permitieron determinar que sufría de una “luxación del cristalino”, patología que le daba un raro aspecto de Alien.
El trastorno degenerativo de la gata no le causaba dolor ni tampoco le afectaba su visión, pero con el paso de los días su condición cambió, por lo que sus dueños optaron por una operación para extraer sus globos oculares.
Producto del costo del procedimiento y de las prótesis necesitadas por Matilda sus dueños crearon una página web y una cuenta de Instagram, donde ya tienen más de 148 mil seguidores y que han seguido utilizando para recaudar fondos para otras mascotas con trastornos severos.