"Brasil arriba de todo, Dios arriba de todos".
Con esa frase Jair Bolsonaro terminó los dos discursos que dio este 1 de enero durante las ceremonias en las que se posesionó como nuevo presidente de Brasil.
En los actos, que tuvieron lugar en Brasilia, el nuevo presidente afirmó que el país comienza a "liberarse del socialismo, de la inversión de valores y de lo políticamente correcto".
Según Bolsonaro, su victoria le dio "voz a quien no era oído" y lo puso "al frente de la Nación" para servir a la "Patria", a "Dios" y a todo el pueblo brasileño.
El mandatario indicó que "aún hay muchos desafíos por delante" y que no se puede dejar que "ideologías nefastas dividan a los brasileños" y "destruyan" a las familias.
Bolsonaro, de 63 años, es visto como una figura muy divisiva, cuyos comentarios homofóbicos y misóginos han causado malestar en muchos sectores.