Unos extraños anillos en el cielo quedaron registrados por las cámaras de tripulantes de un bote en las costas de Florida, en los Estados Unidos. La primera reacción es de impresión para quienes no conocen el fenómeno y la NASA tuvo que salir a explicar de qué se trataba esta formación en el cielo.
No eran naves espaciales de una civilización avanzada que llegó a visitarnos. Aunque muchos pensaron que eran objetos voladores no identificados (OVNIs), la realidad es que estas formaciones eran parte del mismo cielo y el aire que corre por nuestro firmamento.
Se llaman nubes cavum y también las conocen como nubes perforadas o nubes con agujeros. De acuerdo con lo que reseña Bio Bio, el instrumento Espectrorradiométrico de Imágenes de Media Resolución (MODIS, por sus siglas en inglés) del satélite Terra de la NASA las captó en las cercanías del Golfo de México.
La NASA comprende a quienes pensaron que se podía tratar de una nave espacial. En un comunicado que emiten en su sitio oficial dicen que las nubes cavum “tienen un aspecto tan extraño que a veces la gente argumenta que son firmas de platillos voladores u otros fenómenos anómalos no identificados. Vistos desde abajo, pueden parecer como un gran círculo o elipse cortado cuidadosamente de las nubes, con mechones de plumas en el medio del agujero”.
La agencia espacial norteamericana dice que estas nubes son causadas por aviones que se mueven a través de bancos de nubes altocúmulos.
“Estas nubes de niveles medios están compuestas por gotas de agua líquida que están sobreenfriadas; es decir, las gotas permanecen líquidas incluso cuando las temperaturas están por debajo del punto de congelación típico del agua (32 grados Fahrenheit o 0 grados Celsius). El sobreenfriamiento ocurre cuando las gotas de agua son excepcionalmente puras y carecen de partículas pequeñas, como polvo, esporas de hongos, polen o bacterias, alrededor de las cuales normalmente se forman cristales de hielo”, explicaron.
