El equipo de transición del presidente electo Donald Trump ha recomendado una serie de medidas para revertir el apoyo a los vehículos eléctricos (EV) impulsado por la administración Biden. De acuerdo a una investigación de Reuters, la propuesta incluye la eliminación de subsidios y fondos destinados a estaciones de carga, redirigiendo estos recursos a prioridades de defensa nacional.
Las propuestas también incluyen la imposición de aranceles globales sobre materiales esenciales para baterías, con el objetivo de fortalecer la producción doméstica y negociar exenciones individuales con países aliados.
Aranceles a la cadena de suministro de baterías y minerales críticos
Trump busca reforzar la seguridad nacional al frenar la dependencia de China en la cadena de suministro de baterías y minerales críticos. La propuesta considera:
- Aranceles a las importaciones de baterías, minerales y componentes de carga utilizando la sección 232, que abarca amenazas a la seguridad nacional.
- Restricciones adicionales a las exportaciones de tecnología relacionada con baterías EV hacia países adversarios.
- Apoyo a las exportaciones de baterías producidas en EE. UU. mediante el Export-Import Bank.
Estas medidas buscan reducir la influencia de China, que actualmente lidera la industria global de vehículos eléctricos gracias a su cadena de suministro de baterías.
Flexibilización de los estándares de emisiones y combustibles
La estrategia también propone revertir los estrictos estándares de emisiones y consumo de combustibles establecidos por la administración Biden. El equipo sugiere regresar a los niveles de 2019, permitiendo:
- Un aumento del 25% en las emisiones promedio por milla recorrida.
- Una reducción del 15% en los estándares de economía de combustible.
Además, Trump pretende impedir que California implemente sus propias regulaciones más estrictas sobre emisiones vehiculares. Esto afectaría a los 13 estados que actualmente siguen las normas californianas y podría ralentizar los planes de transición hacia vehículos eléctricos para 2035.
Impacto en la industria automotriz y los fabricantes de EV
De implementarse, estas propuestas podrían representar un golpe significativo para la industria de los vehículos eléctricos en Estados Unidos, incluyendo a fabricantes como Tesla, General Motors y Hyundai. La eliminación del crédito fiscal de US$7.500 para la compra de EV reduciría la accesibilidad económica de estos vehículos para los consumidores.
Sin embargo, Elon Musk, CEO de Tesla, ha mencionado que su empresa sería menos afectada que sus competidores, quienes dependen en mayor medida de los subsidios federales.
Redirección de fondos hacia prioridades de defensa nacional
El equipo de transición sugiere reasignar los fondos del plan de Biden de US$7.500 millones, originalmente destinados a construir estaciones de carga EV. Los recursos serían utilizados para:
- Procesamiento de minerales críticos.
- Desarrollo de infraestructura clave en la cadena de suministro nacional.
- Refuerzo de la seguridad de defensa frente a vulnerabilidades relacionadas con minerales controlados por China, como el grafito y el litio.
Según informes del Departamento de Defensa, la dependencia de minerales críticos extranjeros representa un riesgo estratégico para la seguridad nacional, afectando tanto al sector militar como al tecnológico.
Consecuencias para el futuro de los vehículos eléctricos
Si se aplican estas políticas, el crecimiento de los vehículos eléctricos en EE. UU. podría desacelerarse significativamente. La reducción de subsidios y el regreso de estándares menos estrictos podrían beneficiar a los vehículos a combustión interna y retrasar la adopción de tecnologías más limpias.
La propuesta también podría influir en las decisiones de inversión de los fabricantes, quienes han apostado fuertemente por la electrificación para cumplir con las regulaciones climáticas actuales.