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Alfa Romeo 33 Stradale: atreverse a soñar

Alfa

Alfa Romeo anuncia el resurgir de la “fuoriserie” (fabricación a “la carta”) 33 Stradale, un verdadero “manifiesto” de las capacidades de la marca italiana -ahora y en el futuro- en términos de estilo y experiencia de conducción. Fabricado en sólo 33 unidades exclusivas, según un proceso artesanal único, el nuevo cupé “biplaza” combina la herencia y el futuro de la marca como símbolo de la noble deportividad italiana.

Para hacer realidad un sueño, el ingrediente esencial es una buena dosis de coraje y algo de locura sana. Esta fue la misma receta del coche considerado por muchos como uno de los más bellos de la historia: el 33 Stradale, lanzado en 1967. Hoy, con la misma audacia y visión, el equipo Alfa Romeo ha diseñado y desarrollado el nuevo 33 Stradale, una auténtica obra de arte en movimiento, fruto de la perfecta combinación de belleza y tecnología. Su objetivo es proporcionar la experiencia de conducción más emocionante y el encanto inmortal de un icono, a un círculo muy reducido de entusiastas, que han creído en el proyecto desde el principio. El nuevo 33 Stradale se creó en la recién fundada “Bottega” Alfa Romeo, donde los diseñadores, ingenieros e historiadores de la marca, primero escucharon a los posibles compradores y luego produjeron el coche juntos, exactamente igual que en las boutiques artesanales del Renacimiento y en los talleres de los años 60 de renombrados carroceros italianos.

Según Jean-Philippe Imparato, CEO de la marca Alfa Romeo:

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“Con el nuevo 33 Stradale, queríamos crear algo que estuviera a la altura de nuestro pasado, que sirviera a la marca y que enorgulleciera a la afición de Alfistas. Un resultado así sólo podía lograrse gracias a la experiencia, el trabajo y la pasión de nuestro equipo, con el apoyo de una dirección que tiene la clara ambición de contribuir a escribir los capítulos del futuro de la marca, respetando plenamente su historia única. Este es el primer coche “fuoriserie” (fabricado a medida) de la marca desde 1969, y prometo que no será el último”.

El epítome de la “belleza necesaria”

Producido por el Alfa Romeo Centro Stile, el nuevo 33 Stradale se inspira en el histórico modelo de 1967, enriqueciendo su belleza escultural con ciertos elementos de diseño del nuevo lenguaje de estilo de Alfa Romeo. El exterior presenta un equilibrio perfecto entre proporciones, volúmenes y tratamiento de las superficies, y se convierte en el epítome de la “belleza necesaria” de Alfa Romeo. El frontal presenta un volumen potente y musculoso, en el que destacan el icónico escudo y las formas complejas de los faros con base elíptica. El perfil es dinámico y esbelto, con puertas con apertura en “élitros” y dos grandes entradas de aire laterales. La carrocería se proyecta hacia delante, con superficies modeladas según los criterios típicos de la expresión formal de Alfa Romeo. Además, gracias a la apertura angular de las puertas y al gran techo solar envolvente, el conductor puede disfrutar de una vista única, muy similar a la de la cabina de un avión. La imagen de conjunto que ofrece la apertura del capó y de las puertas realza el aspecto teatral del coche.

La “brutal” parte trasera se equilibra con el sinuoso frontal y la altura máxima no está a la altura del parabrisas, como en cualquier otro deportivo, sino en medio del techo. En particular, la zona trasera expresa la fuerza del coche gracias a la trasera truncada, un gráfico en forma de V y los grupos ópticos traseros redondos. La eficacia aerodinámica queda confirmada por un Cx de 0,375 a cero Cz (downlift) -para una elección precisa sin ayuda de sistemas activos.

Los interiores también se distinguen por el minimalismo del diseño y los materiales, todos ellos concebidos para lograr la mayor implicación posible en la experiencia de conducción. En particular, el habitáculo se diseñó con el propósito de reducir al mínimo los componentes que pudieran distraer al conductor, como se aprecia en el número limitado de mandos para utilizar durante la conducción y que se encuentran en la consola central. Justo delante del conductor hay una pantalla, cuyo diseño “telescópico” en 3D involucra al conductor en una interacción inédita. El volante, desprovisto de todos sus botones habituales, ofrece la experiencia del puro placer de conducir. Como en la cabina de un avión, los mandos están situados a distintos niveles, en la parte baja de la consola central y en un plano superior, instalados en el revestimiento central del interior del techo. Los interiores están disponibles en dos niveles de acabado: “Tributo” y “Alfa Corse”. El salpicadero y el túnel central, inspirados en la aviación, emplean materiales tales como aluminio, fibra de carbono, cuero y Alcantara. Los asientos envolventes reinterpretan los de su precursor, garantizando confort y ergonomía. Cada detalle está diseñado para crear un entorno exclusivo y atractivo, manteniendo la herencia estética y técnica del 33 Stradale de 1967.

Una experiencia de conducción única

El equipo Alfa Romeo se ha fijado el ambicioso objetivo de ofrecer una experiencia de conducción como la de un vehículo en pista, pero en un modelo apto para el uso diario en carretera, sin renunciar al confort y a la seguridad de utilización, incluso en el día a día. Por lo tanto, el nuevo 33 Stradale cuenta con lo mejor de la ingeniería Alfa Romeo, como se ve en la suspensión de doble brazo con amortiguadores activos, y en la evolución del motor 2.9 V6 y la transmisión automática ZF.

La nueva edición especial de Alfa Romeo puede llevar un motor V6 biturbo de más de 620cv o una configuración BEV con tres motores eléctricos de más de 750cv. Las prestaciones son extraordinarias en ambas versiones. La velocidad máxima es de 333km/h y acelera de 0 a 100km/h en menos de tres segundos. La suspensión de doble brazo con amortiguadores activos y el eje delantero elevable, garantizan la maniobrabilidad y el confort. El sistema de frenado Alfa Romeo Brake-By-Wire y los frenos cerámicos de carbono Brembo ofrecen prestaciones de alto nivel.

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El bastidor en H de aluminio y el monocasco de fibra de carbono garantizan rigidez y ligereza. Para garantizar una gran rigidez y seguridad, se ha diseñado una estructura del techo en fibra de carbono y aluminio, con puertas como alas de mariposa. Los marcos de las ventanillas también son de fibra de carbono, con la luneta trasera de policarbonato.

La puesta a punto del coche contará con el apoyo del piloto de F1 Valtteri Bottas en la legendaria pista de Balocco, llevando así la experiencia de la F1 a la conducción diaria y garantizando la inconfundible manejabilidad de Alfa Romeo.

La “bottega”

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El proyecto 33 ha dado vida a la “Bottega” Alfa Romeo, un equipo de profesionales que ha trabajado en estrecha colaboración con los clientes para diseñar 33 ejemplares únicos y exclusivos. La “Bottega” se inspira en los talleres del Renacimiento y en los carroceros de los años 60, todos ellos creadores de obras de arte de belleza pura, según las exigencias de sus clientes. Asimismo, los clientes han participado en el proceso creativo desde el principio del proyecto. Las primeras reuniones con algunos de ellos tuvieron lugar en el Gran Premio de Monza de 2022, y tuvieron la oportunidad de expresar sus deseos. En pocas semanas, ya se habían vendido las 33 unidades. La Bottega tiene su sede en la Sala del Consiglio del Museo de Arese, donde se aprobó el diseño del 33 Stradale en 1967. Por último, pero no por ello menos importante, corresponde al 33 Committee aprobar las peticiones de los clientes, garantizando que se respeten la historia y lo incónico del vehículo. Un comité específico presidido por el CEO de Alfa Romeo, cuyos miembros son los responsables de los distintos departamentos de la marca.

Artesanía e innovación para un nivel de personalización sin precedentes

La nueva “fuoriserie” (fabricación a medida) se producirá en sólo 33 unidades, a través de un programa específico que ha permitido a los clientes desarrollar elementos estilísticos funcionales junto con el equipo de desarrollo de Alfa Romeo: tomas de aire, llantas e incluso el distintivo escudo frontal. Por lo tanto, nunca habrá dos coches idénticos en el mundo, lo que los convierte en obras maestras “sobre cuatro ruedas”, con la ambición de formar parte de la historia de Alfa Romeo. La misma singularidad se manifiesta también en un procedimiento de matriculación exclusivo que permite a los clientes “firmar” personalmente el número de bastidor. El número de bastidor específico incluye ocho dígitos elegidos por el cliente y se marca también en el túnel central. Con una consolidada experiencia en el campo de los automóviles a medida más exclusivos, Alfa Romeo empleará la artesanía de la Carrozzeria Touring Superleggera para fabricar los vehículos. Se aseguran así unos estándares de calidad a medida que garantizan una obsesiva atención al detalle.

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Las raíces de la leyenda

El 33 Stradale de 1967 deriva directamente del Tipo 33, el rey del automovilismo mundial de la época. El Proyecto 33 marcó el regreso de Alfa Romeo a las carreras, dirigido por el entonces presidente de la marca Giuseppe Eugenio Luraghi y por Carlo Chiti de Autodelta, el recién creado departamento de carreras. Para su debut se eligió la cronometrada de Fléron, cerca de Lieja. El piloto era el jefe de pruebas de Autodelta, Teodoro Zeccoli. El 12 de marzo de 1967, el 33 entró en el mundo de la competición. Y consiguió una victoria inmediata, la primera de una larga serie de éxitos en los circuitos más prestigiosos que le llevarían al techo del mundo, con victorias en el Campeonato de Marcas en 1975 y ‘77. En la ola de entusiasmo deportivo, Alfa Romeo decidió producir el 33 en una edición muy limitada para particulares, como un coche “fuoriserie” (hecho a medida) que combinaba las prestaciones del Tipo 33 de carreras con el confort y la facilidad de conducción adecuados para el uso diario.

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El diseño se encargó a Franco Scaglione, que puso toda su experiencia técnica y audacia creativa en el diseño del 33 Stradale, dando como resultado una obra maestra en la que la innovación en el estilo se mezcla con la búsqueda de la aerodinámica y la funcionalidad. El diseño del 33 Stradale de 1967, quintaesencia de la belleza en un automóvil, es casi imposible de describir: sus expresiones eran el equilibrio de sus formas, la pureza de sus líneas, la elegancia de cada uno de sus detalles. Entre 1967 y 1969, sólo se fabricaron 18 ejemplares, uno de los cuales se conserva hoy en el Museo de Arese, lo que lo convierte en una pieza única y muy codiciada por los coleccionistas. Seis de estos chasis sirvieron para fabricar prototipos que anticiparon dos décadas de diseño automovilístico: el Carabo (1968), el P33 Roadster GS (1968), el 33/2 Coupé Speciale (1969), el Cuneo (1971), la Iguana (1969) y el Navajo (1976). En resumen, el 33 Stradale es un modelo legendario que ha marcado no sólo la historia de Alfa Romeo, sino también la del diseño italiano.

DISEÑO – EL MANIFIESTO DE LA BELLEZA NECESARIA

  • La línea sensual y atractiva hace que este vehículo “fuoriserie” (hecho a medida) sea único, combinando belleza y prestaciones.
  • El exterior presenta un equilibrio perfecto entre proporciones, volúmenes y elaboración de las superficies, y se convierte en el epítome de la “belleza necesaria” de Alfa Romeo.
  • El frontal presenta la sinuosa redondez típica de Alfa Romeo, con referencias a la inconfundible “V” del capó y al icónico escudo.
  • El diseño lateral es elegante y dinámico, con tomas de aire laterales y puertas “élitros” que mejoran la accesibilidad y la ergonomía, y ofrecen una vista panorámica única para el conductor.
  • La parte trasera expresa la esencia “brutal” del 33 Stradale, con un gráfico en forma de V y grupos ópticos traseros redondos.
  • La eficiencia aerodinámica queda confirmada por un excelente Cx de 0,375, logrado sin la ayuda de dispositivos aerodinámicos activos.
  • Los interiores se ofrecen en dos niveles de acabado: “Tributo” y “Alfa Corse”, caracterizados por materiales de alta calidad y un diseño inspirado en su precursor de 1967.
  • El volante deportivo y la instrumentación “telescópica” acentúan el concepto de orientación del conductor, con una sensación de conducción precisa y directa.
  • El salpicadero y el túnel central ofrecen detalles “mecánicos” inspirados en la aviación, mientras que los envolventes asientos y paneles de las puertas, contribuyen a crear un entorno exclusivo y confortable.
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Alejandro Mesonero-Romanos, Director de Diseño de Alfa Romeo: “El proyecto 33 Stradale nace de la pasión y la dedicación de un pequeño equipo de diseñadores e ingenieros del Centro Stile de Alfa Romeo. El diseño se inspira en la obra maestra de Franco Scaglione de 1967, con una mirada audaz a las líneas de los futuros modelos Alfa Romeo. El resultado es posible gracias a la experiencia y a la mejor tradición del diseño italiano. Un verdadero manifiesto de la “belleza esencial”: un número limitado de líneas, sensuales y al mismo tiempo poderosas capaces de suscitar deseo y emociones fuertes.”

La línea sensual y atractiva -obra del Centro Stile de Alfa Romeo - confiere a este exclusivo automóvil “fuoriserie” (construido a medida) una combinación de belleza y prestaciones. Con el respeto debido a un auténtico icono, pero con igual personalidad y audacia, el Alfa Romeo Centro Stile comenzó a investigar estudiando sus proporciones y la armonía de sus líneas, enriqueciendo su belleza escultural con ciertos elementos de diseño del nuevo lenguaje de estilo de Alfa Romeo. Las proporciones del vehículo están totalmente en línea con el original: la distancia entre ejes está en relación con la longitud; el diámetro de las ruedas está en relación con la altura. Además, han cambiado algunos detalles de diseño, pero la inspiración sigue siendo la misma: la parte trasera “brutal” se equilibra con la parte delantera sinuosa, y la altura máxima no está a la altura del parabrisas, como en cualquier otro deportivo, sino en el centro del techo.

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EXTERIOR

Un primer vistazo cautiva al espectador con el perfecto equilibrio entre proporciones, volúmenes y tratamiento de las superficies del nuevo 33 Stradale. Una combinación emocionante que se erige como el epítome de la “belleza necesaria”, es decir, el principio creativo inherente al ADN de la marca que ve la estética y la técnica profundamente entrelazadas.

Frontal: el 33 Stradale presenta un volumen potente y musculoso, con la sinuosa redondez típica de Alfa Romeo, personificada por el 33 Stradale de 1967. Algunos rasgos estilísticos se refieren también a la inconfundible “V” del cofango: este término identifica el componente único que integra el capó y el guardabarros, para recordar la salida de aire del 33/2. La parte delantera del vehículo también presenta el escudo característico de Alfa Romeo en fibra de carbono -a elección del cliente con el logotipo clásico o en versión 3D- como punto de convergencia natural de las dos nervaduras que recorren la parte delantera. Los rasgos y el ADN del histórico 33 se conservan en el aspecto del coche, extremadamente evocador y claramente reconocible. Los faros, de formas complejas sobre una base elíptica, albergan en su interior refinados objetos de diseño y tecnología, para dar vida a funciones y prestaciones con un toque de modernidad. Por último, el diseño del frontal se completa con los apéndices aerodinámicos de fibra de carbono situados en la parte inferior.

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Lateral: muy esbelta y dinámica, la parte lateral transfiere de forma ideal toda la potencia y energía expresadas por la poderosa musculatura del coche al eje trasero. Dos grandes tomas de aire laterales, necesarias para el intercooler, definen gráfica y volumétricamente el origen y el desarrollo de la musculatura de la parte trasera. La carrocería se proyecta hacia delante, con superficies modeladas según los criterios típicos de la expresión formal de Alfa Romeo. Las secciones cilíndricas y los procesos típicos de la marca, transmiten esa sensualidad característica que une a los modelos históricos y actuales.

La apertura del cofango delantero y trasero es una característica que se ha retomado deliberadamente. También ocurre ahora en la nueva creación de Alfa Romeo, que ofrece tanto una apertura espectacular como un acceso rápido a las partes mecánicas al más puro estilo racing. Las puertas con apertura “elytra” merecen otro apartado. Además de rendir homenaje al histórico 33 Stradale donde se vieron por primera vez, su cinemática garantiza una excelente accesibilidad y ergonomía. Además, gracias a la apertura angular de las puertas, y al gran techo solar envolvente, el conductor puede disfrutar de una vista única de la carretera, el paisaje y el cielo, hasta el punto de que su experiencia llega a ser muy similar a la de la cabina de un avión. La imagen de conjunto que ofrece la apertura del cofango y las puertas, realza el aspecto espectacular del coche.

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Trasera: Esta parte del vehículo encarna la esencia “brutal” del Stradale. La forma de V central de la cola truncada realza la percepción del color de la carrocería, manteniendo a la vista la parte técnica en fibra de carbono de la parte inferior. Los pilotos traseros, completamente evolucionados, se erigen como una poderosa referencia a sus homólogos redondos del predecesor del coche. Los intermitentes laterales se dividen en dos partes, una integrada en el centro del grupo óptico trasero y otra que emerge del lateral del guardabarros, dando vida a una reinterpretación de las salidas de aire laterales situadas detrás de la rueda trasera.

Aerodinámica: Desde el principio, el desarrollo del exterior del 33 Stradale se caracterizó por la necesidad de mejorar el estilo y las especificaciones técnicas del coche, tanto desde el punto de vista dinámico como aerodinámico. Por ello, todas las soluciones de estilo adoptadas se han optimizado en función del objetivo final: las prestaciones. Por ejemplo, los faros en la parte inferior también integran una toma de aire para dirigir el flujo de aire en la dirección correcta y alimentar el radiador; en los laterales, dan lugar a una ranura aerodinámica cuya finalidad es mejorar el Cx del vehículo. Del mismo modo, el brazo de soporte de los retrovisores tiene una doble función de alerón para dirigir el flujo de aire hacia las tomas laterales, con el fin de maximizar su rendimiento. Estas soluciones, combinadas con unas formas esculturales, permiten al 33 Stradale alcanzar los más altos niveles de eficiencia aerodinámica. El aire envuelve el coche y sigue su trayectoria natural, sin verse obstaculizado por aristas e irregularidades. El resultado es un efecto “suelo”, que contribuye a aumentar la estabilidad a altas velocidades. Asimismo, un meticuloso análisis CFD inicial, seguido de pruebas en un túnel de viento, permitió alcanzar un excelente Cx (coeficiente de resistencia aerodinámica) de 0,375, sin ayuda de sistemas aerodinámicos activos.

INTERIOR

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Los interiores -disponibles en la configuración Tributo, un homenaje al coche histórico, y en Alfa Corse, la expresión más deportiva- también se distinguen por el minimalismo del diseño y de los materiales, todos ellos diseñados para conseguir el mayor compromiso posible en la experiencia de conducción. En el interior del 33, como en el coche histórico, el conductor y los pasajeros pueden experimentar la intención de ofrecer un enfoque de la conducción totalmente desprovisto de todas las interacciones necesarias en un coche convencional. En la consola central se encuentra un número limitado de controles con un uso práctico durante la conducción. Directamente delante del conductor hay una pantalla, cuyo diseño de “telescopio” en 3D, involucra al conductor en una interacción única en su clase. Al igual que en todos los Alfa Romeo, el volante es el principal “medio de comunicación” con el coche; desprovisto de todos los botones que suele llevar, ofrece una experiencia de puro placer de conducción, gracias a las levas de cambio de aluminio. Como en la cabina de un avión, los mandos están situados a distintos niveles, en la consola central baja y en un plano superior, instalados en el revestimiento central del interior del techo.

Volante deportivo y grupo “telescópico”: El 33 Stradale da valor al concepto de orientación del conductor, posible gracias a dos componentes esenciales para cualquier Alfa Romeo: el volante y el cuadro de instrumentos del conductor. El primero tiene una forma compacta y deportiva que garantiza una sensación de dirección precisa y directa; además, está embellecido por la limpieza de las líneas, dada la ausencia de mandos en el volante, y por los tres radios en aluminio en el acabado Tributo o en fibra de carbono en el Alfa Corse. La segunda seña de identidad es el cuadro de instrumentos “telescópico”, con una clara matriz estilística Alfa Romeo, que reúne toda la información necesaria durante la conducción. Dependiendo de cuál de los modos de conducción se seleccione -“Road” o “Track”-, el cuadro de instrumentos tiene gráficos de fácil lectura, lo que significa que el conductor puede mantener todo bajo control sin distracciones de comandos que serían superfluos en este tipo de vehículo.

Salpicadero y túnel central: inspirado en el mundo de la aviación, un campo intrínsecamente ligado a la historia de la marca, el túnel central cuenta con interruptores “mecánicos” para las pocas funciones en las que no hay lugar a dudas ni errores. Por lo tanto, incluso arrancar el nuevo 33 Stradale es una experiencia inmersiva para disfrutar al máximo. El sencillo y funcional salpicadero presenta la combinación de la fría solidez del aluminio y/o la fibra de carbono, y la calidez y suavidad del cuero y/o Alcantara. Las salidas de aire tradicionales se ocultan en el volumen del salpicadero, convirtiéndolo en un componente limpio y deportivo. Además, entre el salpicadero y el túnel central se encuentra una gran pantalla escamoteable, para gestionar todos los ajustes de la edición especial Alfa Romeo. Por último, pero no menos importante, todos y cada uno de los modelos están equipados con un refinado y potente sistema de audio Premium de siete altavoces, para una inmersión total de sonido.

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Asientos y paneles de las puertas: cómodos y envolventes, los asientos son la reinterpretación contemporánea de los originales, como se aprecia en los colores y en las famosas nervaduras laterales; también disponen de mandos eléctricos de seis posiciones y cuatro posiciones lumbares. Por último, los mismos materiales y colores que los asientos se utilizan en la tapicería de los paneles de las puertas, el salpicadero, el habitáculo y el túnel central, creando un ambiente exclusivo

TÉCNICA: UNA EXPERIENCIA DE CONDUCCIÓN INOLVIDABLE

  • El nuevo 33 Stradale cuenta con lo mejor de la ingeniería Made at Alfa Romeo, incluyendo suspensiones de doble brazo con amortiguadores activos, y la evolución tanto del motor V6 como de la transmisión automátic, ambos ya presentes en los coches de más altas prestaciones de la marca italiana.
  • Disponible con motor V6 biturbo de 3.0 litros con más de 620cv y cambio DCT de ocho velocidades, tracción trasera y diferencial electrónico de deslizamiento limitado, o en configuración BEV con tres motores eléctricos que proporcionan una potencia total de más de 750cv, con tracción total y una autonomía estimada de 450 km.
  • Una velocidad máxima de 333km/h y una aceleración de 0 a 100km/h en menos de tres segundos, con una frenada de 100km/h a 0 en menos de 33m.
  • Chasis de aluminio en H y monocasco de fibra de carbono: la estructura ligera y rígida, optimiza la agilidad y la conducción del vehículo.
  • Suspensión de doble brazo con amortiguadores activos, para un manejo excepcional y un confort sin igual, y elevación del eje delantero para hacer frente a los obstáculos de la carretera.
  • La puesta a punto contará con la colaboración del piloto de F1 Valtteri Bottas, para ofrecer una experiencia de conducción como la de un coche de circuito sin dejar de ser apto para el uso diario en carretera.
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Al equipo Alfa Romeo dedicado al nuevo 33 Stradale se le asignó un objetivo ambicioso: ofrecer una experiencia de conducción como la de un vehículo de pista pero de uso cotidiano en carretera, donde el conductor pudiera experimentar emociones incluso como no profesional. De hecho, el nuevo 33 Stradale está homologado para ser conducido en carretera, pero presume de niveles superiores de prestaciones, facilidad de conducción y confort. Para garantizarlo, todos los modelos 33 serán desarrollados, probados y homologados por un equipo de ingenieros especializados, que trabajarán con el piloto de F1 Valtteri Bottas. El piloto finlandés apoyará la puesta a punto del coche en el Campo de Pruebas de Balocco, en la provincia de Vercelli, llevando así la experiencia de la F1 a la conducción diaria y garantizando el inconfundible manejo de Alfa Romeo.

A continuación se detallan los componentes que más contribuyen a las extraordinarias prestaciones de la nueva edición especial de la marca italiana.

Configuraciones ICE y BEV: el 33 Stradale puede llevar el motor V6 biturbo de 3.0 litros con más de 620cv y una caja de cambios DCT de ocho velocidades, tracción trasera y diferencial electrónico de deslizamiento limitado, o en configuración BEV con tres motores eléctricos que proporcionan una potencia total de más de 750cv, con tracción total y una autonomía estimada de 450km (WLTP). En detalle, el motor de combustión interna es la evolución del V6 que ya equipan los coches de más altas prestaciones de la marca italiana, y se combina con la transmisión automática ZF, de nuevo actualizada para el proyecto 33. El nuevo motor está montado lateralmente en el centro y permite al vehículo alcanzar una velocidad máxima de 333km/h, acelerando de 0 a 100km/h en menos de tres segundos. Cabe mencionar el hecho de que el piloto puede seleccionar el modo de conducción mediante los interruptores situados en el túnel central: Road y Track. El primero es el modo “Strada” (carretera), que se activa al arrancar el coche y garantiza confort y placer de conducción: entrega de potencia suave, sensibilidad habitual del pedal, suspensión blanda, transmisión fluida y válvulas de escape activas que sólo se abren por encima de las 5.000rpm. En el modo “Pista”, el cliente opta por una conducción cargada de adrenalina: la potencia es máxima, los pedales responden aún más rápido y la suspensión es rígida; en cuanto a especificaciones, cuenta con un motor V6 biturbo, cambio de marchas rápido y válvulas de escape activas siempre abiertas con el control de tracción desactivado (ESC OFF).

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Chasis de aluminio en H y monocasco de fibra de carbono: el desarrollo dinámico y la puesta a punto se llevan a cabo aprovechando la flexibilidad que ofrece la estructura rígida y ligera del 33 Stradale, para la que se ha hecho un uso extensivo de materiales ligeros, resultado de una producción que combina procesos de alta tecnología con la artesanía más rigurosa. En detalle, el bastidor en H es de aluminio para obtener la máxima rigidez torsional y garantizar una conducción precisa y segura, mientras que el monocasco es de fibra de carbono. La elección estuvo motivada por la necesidad de reducir el peso al máximo, pero también de optimizar el centro de gravedad del coche en beneficio de la agilidad y la facilidad de conducción en las rutas más exigentes. Una vez más, para garantizar altas cualidades de rigidez y seguridad, se ha diseñado una estructura de techo en fibra de carbono y aluminio, con bisagras especialmente desarrolladas para las puertas de mariposa. Los marcos de las ventanillas también son de fibra de carbono, con la luneta trasera de policarbonato.

Suspensión: El nuevo 33 Stradale lleva un esquema de suspensiones de doble brazo con amortiguadores activos y dirección semivirtual tanto en el eje delantero como en el trasero. Esta tecnología 100% Alfa Romeo, proporciona un control óptimo del volante y la máxima precisión de dirección. También proporciona una gran aceleración lateral, garantizando el mejor manejo en todas las condiciones de conducción. Además, el sistema puede filtrar la rugosidad de la superficie de la carretera, para que el conductor se sienta más cómodo.

Elevación del eje delantero: el sistema permite levantar la parte delantera al pasar obstáculos tales como baches, raíles, o al entrar en aparcamientos o garajes, para evitar daños en la carrocería. El conductor puede activar esta función a través del mando “Assetto” (configuración) de la consola central, cuando circula a menos de 40km/h. El sistema hidráulico eleva el eje delantero unos 50mm para superar el obstáculo, y luego lo devuelve a la altura estándar al desactivar manualmente el sistema o al superar el límite de velocidad establecido.

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Controles de prestaciones: para disfrutar plenamente de la emocionante experiencia de conducción a bordo del 33 Stradale, pueden ajustarse determinados parámetros. Por ejemplo, cuando el coche está en modo “Pista”, el conductor puede poner en marcha el procedimiento “Fast Start” a través del botón “Quadrifoglio” del túnel central. El sistema actúa sobre la caja de cambios, el control de tracción y la potencia, para maximizar la aceleración evitando la pérdida de tracción de las ruedas. Alternativamente, utilizando el selector de “Suspension”, el conductor puede cambiar la configuración de la suspensión en ambos modos de conducción, pasando de blanda a media cuando está en modo “Strada”, o de rígida a media si circula con la función “Pista” activada.

Sistema de frenado: el nuevo 33 Stradale está equipado con el sistema de frenado integrado Alfa Romeo Brake-By-Wire, que ofrece tanto el control de la presión de frenado como la garantía de estabilidad en la sensación que transmite el pedal, que también depende del modo de conducción seleccionado. Producidos por Brembo para Alfa Romeo, los frenos carbonocerámicos garantizan elevadas prestaciones y aseguran una frenada reactiva con un reducido efecto fading a altas temperaturas. En la parte delantera y trasera, los discos están ventilados y perforados con una pinza monobloque de seis pistones de aluminio en la parte delantera, con un sistema de cuatro pistones en la parte trasera. Además de los clásicos colores Rosso, Nero y Giallo, las pinzas pueden personalizarse en otros colores bajo pedido.

LA “BOTTEGA” – ARTESANOS AL SERVICIO DEL CLIENTE

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  • Inspirados en las boutiques renacentistas y en los carroceros de los años 60, un equipo de profesionales de Alfa Romeo ha trabajado con los clientes para diseñar 33 ejemplares únicos y exclusivos.
  • Los 33 modelos de la nueva edición especial Alfa Romeo se agotaron en pocas semanas.
  • Presidido por el CEO de Alfa Romeo, el 33 Committee está formado por los responsables de los distintos departamentos y aprueba las peticiones de los clientes, garantizando el respeto de la historia y lo icónico del automóvil.

Crear una obra de arte única e irrepetible, plasmando la materia y los colores en una forma de pura belleza. Este principio tiene sus raíces en el Renacimiento italiano, donde los maestros artesanos daban vida a objetos de gran atractivo y calidad, según las especificaciones de sus clientes. La misma filosofía se aplicaba en los talleres de los carroceros italianos más famosos de los años sesenta: a petición de los fabricantes de automóviles o de compradores particulares, producían a mano algunos de los iconos más bellos de la industria automovilística. El mismo principio perdura hoy en la “Bottega”, un equipo de profesionales Alfa Romeo que ha trabajado durante un año en estrecha colaboración con los clientes para llegar primero a la definición del concepto del nuevo 33 Stradale y, después, al diseño de 33 ejemplares únicos y exclusivos.

Las primeras reuniones con posibles compradores se celebraron en el Gran Premio de Monza de 2022, donde coleccionistas y fans de la marca pudieron apreciar los primeros bocetos del vehículo, creado con la pasión y el orgullo del Centro Stile de Alfa Romeo. La idea de revivir el icono caló tan hondo en estos aficionados que, en pocas semanas, ya se habían vendido las 33 unidades.

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Alfa Romeo decidió entonces reabrir la Sala del Consiglio del Museo de Arese, donde se aprobó el diseño del 33 Stradale en 1967, como sede de la Bottega. Los clientes eran recibidos allí para dejar constancia de sus deseos para sus vehículos, respetando plenamente la historia y la iconicidad del fundador.

Una gran responsabilidad recayó en el 33 Committee, presidido por el CEO de Alfa Romeo e integrado por los responsables de ocho departamentos de la marca: Diseño, Patrimonio, Museo de Arese, Producto, Proyectos Estratégicos, Marketing, Comunicación y Motorsport. Una vez aprobadas, las peticiones de cada cliente eran examinadas posteriormente por Ingeniería para comprobar si eran factibles en producción.

ARTESANÍA E INNOVACIÓN PARA UN NIVEL DE PERSONALIZACIÓN SIN PRECEDENTES

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  • Producidos sólo 33 ejemplares, cada uno personalizado y único en base a numerosas variaciones de colores exclusivos de carrocería, prestigiosos revestimientos y materiales innovadores.
  • Alfa Romeo empleará la Carrozzeria Touring Superleggera para construir esta edición limitada, combinando procesos artesanales, innovación tecnológica y deseos del cliente.
  • Los clientes podrán elegir entre cuatro libreas exclusivas, diferentes acabados de fibra de carbono y varios logotipos.
  • Dos estilos distintos para el interior: “Tributo” con cuero y aluminio, y “Alfa Corse” con fibra de carbono y Alcantara, ambos con diferentes combinaciones de colores y acabados para exaltar el carácter del vehículo.

El 33 Stradale se producirá en sólo 33 unidades personalizadas, seleccionando entre numerosas variaciones de colores de carrocería, tapicerías y tejidos; también habrá un programa dedicado a los clientes con peticiones específicas que deseen personalizar aún más su coche, para dejar una firma indeleble y personal en la historia de Alfa Romeo. Por lo tanto, no habrá dos coches idénticos en el mundo, convirtiéndolos en obras maestras “sobre cuatro ruedas”, con la ambición de formar parte de la historia de Alfa Romeo. Cada coche está diseñado para ser único, por lo que cada uno se matricula según un procedimiento exclusivo y con un número de bastidor específico. En concreto, las tres primeras letras identifican la marca Alfa Romeo “ZAR”, los cinco dígitos siguientes se refieren al vehículo y se han elegido en referencia a la histórica familia “10533″ del TIPO 33, mientras que los ocho últimos números -la “firma” del cliente- identifican el vehículo y pueden ser elegidos por los propietarios del 33. Este código de identificación se grabará sobre el túnel central, mientras que una placa -inspirada en su homóloga de los años sesenta- se colocará en el compartimento trasero para certificar la especificidad de componentes como el chasis, el motor o motores, la caja de cambios/batería y el monocasco.

Con una consolidada experiencia en el campo de los automóviles a medida más exclusivos, Alfa Romeo recurrirá a la Carrozzeria Touring Superleggera, una de las empresas más famosas del mundo que ya ha dejado su impronta en algunos de los Alfa Romeo más bellos de todos los tiempos. Por lo tanto, el nuevo modelo “fuoriserie” (a medida) de la marca del Biscione, representa una nueva forma de concebir la producción de ediciones limitadas combinando hábilmente procesos artesanales, innovación tecnológica y deseos del cliente, un poco como ocurría a principios del siglo XX cuando Alfa Romeo modelaba sus creaciones con la colaboración de famosos carroceros italianos. El cliente será acompañado a lo largo del proceso de personalización, interpretando sus deseos y sueños en algo tangible y real. Para apoyar este viaje a través de la personalización del vehículo, se desarrollaron dos propuestas de estilo interior (Tributo y Alfa Corse) como base para la configuración del 33 Stradale. Como resultado de la flexibilidad de la artesanía, las peticiones personales también son posibles, por ejemplo el uso de un revestimiento o color de carrocería específicos, que se cumplirán previa aprobación del 33 Committee.

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Inicialmente, los clientes podrán elegir entre tres colores de carrocería exclusivos que rememoran la historia del 33 Stradale: el clásico Rosso Alfa pastel, una reinterpretación del azul real, y el más sofisticado Rosso transparente tintado, conocido como “Villa d’Este”. El vehículo también puede “vestirse” con una librea blanca y roja, como homenaje al legendario Tipo 33 de carreras. Los clientes también tienen la opción de seleccionar y personalizar los acabados visibles de fibra de carbono, elegir entre diferentes configuraciones de las tomas de aire, preferir el logotipo que se colocará en el lateral entre Quadrifoglio y Autodelta, y optar por la configuración clásica o 3D de la parrilla delantera. La firma “Alfa Romeo” en la parte trasera también está disponible en negro, dorado o plateado. Los mismos colores aparecen en las llantas de aleación “Tributo” de 20 pulgadas, además de la refinada opción bitono. Por último, las pinzas de freno están disponibles opcionalmente en negro, rojo o amarillo, mientras que el doble tubo de escape puede acabarse en cromo cepillado o negro.

En el interior, el nuevo 33 Stradale está disponible en dos niveles de acabado base: Tributo y Alfa Corse. El primero se caracteriza por el cuero y el aluminio, y rinde homenaje al 33 Stradale de 1967 expuesto en el Museo de Arese. Destaca la tapicería interior en dos tonos de cuero biscuit y pizarra, utilizada en los asientos, el salpicadero, los paneles de las puertas y el túnel central. Los clientes también pueden optar por otras soluciones bitono, como rojo/negro o azul/pizarra. Por el contrario, el nivel de acabado “Alfa Corse” es el triunfo de la deportividad, con la combinación de fibra de carbono y Alcantara: la tapicería de los asientos, salpicadero, paneles de las puertas y túnel central combina Alcántara y cuero en tonos como negro, rojo/negro o azul/negro.

LAS RAÍCES DE LA LEYENDA

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  • ALLE ORIGINI DEL MITO El 33 Stradale 1967, combinación perfecta de belleza y prestaciones, encarna el concepto de “belleza necesaria” de Alfa Romeo, y deriva directamente del Tipo 33, el rey del automovilismo mundial.
  • El proyecto 33 marcó el regreso de Alfa Romeo a las carreras, dirigido por su presidente Giuseppe Eugenio Luraghi, con contribuciones de Autodelta de Carlo Chiti, el recién creado departamento de carreras de la marca del Biscione.
  • El diseño del 33 Stradale corrió a cargo de Franco Scaglione, uno de los más grandes diseñadores automovilísticos de la época, que creó una obra maestra de equilibrio, líneas puras y elegancia hasta el más mínimo detalle.
  • Entre 1967 y 1969, sólo se fabricaron 18 ejemplares, uno de los cuales se conserva hoy en el Museo de Arese, lo que lo convierte en una pieza extremadamente rara y muy codiciada por los coleccionistas.
  • El 33 Stradale ha inspirado a muchos famosos diseñadores italianos, que han contribuido a marcar la historia del automovilismo italiano y del diseño mundial.

El Alfa Romeo 33 Stradale de 1967 es uno de los vehículos más fascinantes jamás producidos por la marca italiana: es la combinación de belleza y prestaciones, encarnando el concepto clave de Alfa Romeo de “belleza necesaria”, es decir, el equilibrio perfecto entre una mecánica sofisticada y el estilo que la envuelve. Podemos recorrer brevemente su historia rindiendo homenaje a los audaces visionarios que tuvieron la determinación de transformar un sueño ambicioso en un automóvil “fuoriserie” (fabricado a medida) que sigue sirviendo de fuente de inspiración para el futuro de la marca Alfa Romeo.

Eran los Swinging Sixties, una época de renacimiento económico y redención sociocultural. El automóvil era un objeto de deseo, un símbolo de elegancia, velocidad y exclusividad. En aquella época, Alfa Romeo estaba dirigida por Giuseppe Eugenio Luraghi, un gestor polifacético y culto, que quería devolver a Alfa Romeo a la escena internacional del automovilismo, tras las glorias de la primera mitad del siglo. Basta pensar en las victorias del primer Gran Premio del Campeonato del Mundo en 1925, las 11 ediciones de la Mille Miglia, las cuatro ediciones consecutivas de las 24 Horas de Le Mans y, en el apogeo de su gloria deportiva, los dos primeros Campeonatos del Mundo de F1 con los legendarios pilotos Farina y Fangio.

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En 1964, Luraghi, presidente de la marca, consideró que había llegado el momento de volver oficialmente a la competición. Para reconstituir un departamento de carreras, adquirió Autodelta, una empresa de Udine que ya era un socio privilegiado en la producción del TZ. Con Autodelta, Carlo Chiti -que ya había trabajado en Portello de 1952 a 1957, y que luego se convirtió en director del equipo oficial- también regresó a Alfa Romeo. Ese mismo año comenzó el proyecto del 33. Luraghi pidió a su equipo un coche que pudiera competir en las “categorías del momento” para obtener el éxito de público y la atención de los medios de comunicación: el Campeonato del Mundo de Sportscar.

A mediados de los años 60, Autodelta se traslada a Settimo Milanese, más cerca de la fábrica de Alfa Romeo, pero sobre todo de la pista de pruebas de Balocco. El primer bastidor Tipo 33 diseñado por Alfa Romeo, inspirado en la aeronáutica, llegó a los talleres de Autodelta en 1965. Tenía una estructura tubular asimétrica en “H”, de aleación de aluminio, con depósitos de combustible internos integrados. En el frontal, una estructura de magnesio proporcionaba un soporte óptimo para la suspensión delantera, los radiadores, la dirección y los pedales. El motor y el engranaje estaban montados longitudinalmente en una posición central trasera. La carrocería era de fibra de vidrio, para limitar la masa total del coche a 600kg, el peso mínimo reglamentario. Una vez más, la ligereza era el arma secreta de Alfa Romeo.

Los cortos plazos de desarrollo eran poco realistas para un proyecto tan ambicioso (e innovador). Pasarían casi dos años antes de que el 33 estuviera listo para competir. Para las primeras pruebas, el coche adoptó el 4 cilindros de 1.570cc del TZ2; entretanto, se desarrolló un motor completamente nuevo, con una configuración en “V” de 8 cilindros, dos litros de cilindrada y 260cv de potencia.

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El primer 33 que compitió recibió inmediatamente el apodo de “Periscopica”, por la toma de aire que sobresale por encima de la barra antivuelco. Para su debut se eligió la cronometrada de Fléron, cerca de Lieja. El piloto era el jefe de pruebas de Autodelta, Teodoro Zeccoli. Tras años de meticulosa preparación, el 33 entró en el mundo de la competición automovilística el 12 de marzo de 1967. Y consiguió una victoria inmediata, la primera de una larga serie de triunfos en los circuitos más prestigiosos. Esta serie de victorias, incluidas las conseguidas en los Campeonatos del Mundo de Marcas de 1975 y 1977, convirtieron al 33 en un líder mundial.

En 1967 Alfa Romeo, entusiasmada por su regreso a la competición, decidió producir el 33 en una edición muy limitada para particulares, como un coche “fuoriserie” (fabricado a medida) que combinaba las prestaciones del Tipo 33 de carreras con el confort y la facilidad de conducción adecuados para el uso diario. El diseño se confió a Franco Scaglione. Nacido en Florencia en el seno de una antigua familia aristocrática, Scaglione estudió ingeniería aeronáutica hasta que fue reclutado por el ejército. Luego partió hacia el frente libio y fue hecho prisionero en Tobruk. Regresó a Italia a finales de 1946. Decidido a no reanudar sus estudios, optó por convertirse en diseñador de automóviles: primero con Pininfarina, luego con Bertone y, finalmente, trabajando por cuenta propia. Scaglione puso todos sus conocimientos técnicos y su audacia creativa en el diseño del 33 Stradale, dando como resultado una obra maestra en la que la innovación en el estilo se mezcla con la búsqueda de la aerodinámica y la funcionalidad.

El resultado fue el Alfa Romeo 33 Stradale, un cupé de sólo 99cm de altura con puertas de apertura vertical, uno de los poquísimos automóviles de carretera basados en el modelo de carreras, del que heredó excelentes soluciones técnicas que todavía pueden hacer sombra a las de los sofisticados automóviles modernos 56 años después. Su diseño, quintaesencia de la belleza en un automóvil, es casi imposible de describir: sus expresiones eran el equilibrio de sus formas, la pureza de sus líneas, la elegancia de cada uno de sus detalles. El cofango del 33 Stradale se abre completamente para mejorar el acceso a los componentes mecánicos. Por primera vez en un coche “homologado para la calle”, sus puertas “élitros” facilitan el acceso a un vehículo que se eleva a menos de un metro del suelo. Las otras diferencias respecto a la versión de pista son la prolongación de la distancia entre ejes en 10 centímetros, para ampliar un poco el espacio del habitáculo, y un bastidor de acero en lugar de aluminio.

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Además del diseño, la parte emocionante de un Alfa Romeo es su motor, y el 33 Stradale no es una excepción. Derivado del motor montado en la versión de carreras y fabricado con aleaciones de aluminio y magnesio, con inyección mecánica indirecta y una relación de compresión de 10:1, el motor de dos litros tiene 8 cilindros en V y ofrece 230cv a 8.800rpm y un par motor de 206Nm. En un coche tan ligero, estas cifras se traducían en prestaciones de auténtico súpercoche para la época: la velocidad máxima superaba los 260km/h y la aceleración de 0 a 100km/h se producía en sólo 5,5 segundos. Se trata, por tanto, de una auténtica joya del automovilismo italiano, diseñada por el legendario ingeniero Giuseppe Busso y perfeccionada por el equipo de Carlo Chiti para su aplicación al proyecto 33.

El 33 Stradale se presentó oficialmente en el Salón del Automóvil de Turín de 1967, tras haber sido desvelado unas semanas antes ante una entusiasta audiencia de expertos en el Autodromo di Monza, poco antes del GP de Italia de Fórmula 1. La elección del lugar no fue casual, ya que personificaba el vínculo entre el mundo de las carreras y el de los coches de carretera. Un vínculo sellado por la presencia del Quadrifoglio, utilizado por primera vez por Ugo Sivocci en 1923 y adoptado a partir de los años 60 como símbolo oficial de los Alfa Romeo de mayores prestaciones deportivas.

En el momento de su lanzamiento, el 33 Stradale era el deportivo más bello y el más caro del mercado, vendiéndose entonces por casi 10 millones de liras italianas, frente a los 6 ó 7 millones de sus rivales más prestigiosos. Entre 1967 y 1969, sólo se fabricaron 18 ejemplares, uno de los cuales se conserva hoy en el Museo de Arese, lo que lo convierte en una pieza extremadamente rara y muy codiciada por coleccionistas de todo el mundo. A lo largo de los años, ha sido célebre en numerosos eventos, exposiciones y concursos de elegancia, consolidando su estatus de icono del automovilismo mundial.

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La belleza inmortal del 33 Stradale -cortesía de la inspiración de Franco Scaglione y de la tecnología directamente derivada del Tipo 33- lo convierten en uno de los iconos más representativos de Alfa Romeo. Este atractivo ha sido fomentado a lo largo de los años por las interpretaciones de los más grandes diseñadores de la época. De hecho, algunos de los 18 chasis del 33 Stradale se utilizaron para fabricar prototipos que anticiparon dos décadas de diseño automovilístico. El primer coche de ensueño fue el Alfa Romeo Carabo, diseñado por Marcello Gardini para Bertone, y expuesto en el Salón del Automóvil de París de 1968. Siguieron tres proyectos de Pininfarina: el P33 Roadster GS ese mismo año, el 33/2 Coupé Speciale en 1969 y el Cuneo en 1971, que heredó el chasis del P33 Roadster GS. El Iguana de 1969 fue el primer Alfa Romeo diseñado por Giorgetto Giugiaro, cuando Italdesign era una empresa recién fundada. Unos años más tarde se añadió el “futurista” Navajo de 1976, presentado por Bertone. En resumen, el 33 Stradale es un modelo legendario que ha marcado no sólo la historia de Alfa Romeo, sino también la del diseño italiano.

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