Estos vehículos impulsados por baterías están cambiando la forma en que nos movemos, promoviendo la sostenibilidad y desafiando los límites de la tecnología automotriz. Aquí veremos cómo los autos eléctricos están transformando la industria y qué impacto están teniendo en el mundo de la movilidad.
El crecimiento de los autos eléctricos ha sido bastante sostenido en nuestro país. Y es que con la meta del gobierno para que el año 2035 sólo se vendan autos 0 emisiones apresuró los planes de expansión de modelos para las marcas y favorecieron la inversión público-privada para la masificación del acceso a una red de carga rápida.
Una de las principales ventajas de los autos eléctricos es su impacto ambiental reducido. Al no emitir gases de escape nocivos, estos vehículos contribuyen a mejorar la calidad del aire y a reducir las emisiones de carbono, ayudando a combatir el cambio climático. Además, los costos operativos de los autos eléctricos son menores en comparación con los vehículos de combustión interna, gracias a un menor mantenimiento y a la reducción de los precios de la electricidad en muchos lugares.
Aquí, la infraestructura de carga es un elemento clave para el éxito de los autos eléctricos. En respuesta a la creciente demanda, se están instalando cada vez más estaciones de carga en todo el país, lo que facilita la recarga de los vehículos eléctricos tanto en el hogar como en lugares públicos y amplía las posibilidades de utilización en diferentes entornos de nuestra basta geografía. Además, se están desarrollando tecnologías de carga rápida que permiten cargar la batería en cuestión de minutos, aumentando la conveniencia y reduciendo las barreras de adopción de los autos eléctricos, aunque ninguno de los cargadores disponibles en territorio nacional alcanza la velocidad máxima disponible en la industria.
A pesar de los avances, la adopción masiva de los autos eléctricos todavía enfrenta desafíos. La infraestructura de carga debe llegar a nuevos rincones de Chile para satisfacer la creciente demanda y los precios de las baterías deben seguir disminuyendo para hacer que los vehículos eléctricos sean más accesibles para el público en general. Sin embargo, estos desafíos también representan oportunidades para los gobiernos, fabricantes y empresas de tecnología para colaborar en la creación de soluciones innovadoras y acelerar la transición hacia una movilidad más sostenible.
Para fomentar la adopción masiva de autos eléctricos en Chile, se pueden implementar diversos incentivos estatales. Algunas medidas que podrían ayudar a masificar los autos eléctricos en el país son:
Subsidios a la compra: El gobierno podría ofrecer subsidios directos a los compradores de autos eléctricos, reduciendo el costo de adquisición y haciendo que sean más asequibles para los consumidores. Estos subsidios podrían basarse en una escala de incentivos, donde los vehículos con mayor eficiencia energética y reducción de emisiones de carbono obtengan mayores beneficios o incluso a cambio de entregar el automóvil a combustión antiguo en pago por la renovación, acercando la tecnología a las masas.
Exenciones fiscales: Se pueden implementar exenciones fiscales para los vehículos eléctricos, como la exención del impuesto a la venta (IVA) o la reducción de impuestos a la propiedad o al lujo. Esto disminuiría los costos operativos y de propiedad de los autos eléctricos, incentivando su adopción.
Incentivos a la infraestructura de carga: Es esencial promover la expansión de la infraestructura de carga para los autos eléctricos. El gobierno podría proporcionar incentivos a las empresas y particulares que instalen estaciones de carga públicas y privadas, facilitando así la carga de los vehículos en todo el país.
Descuentos en peajes y estacionamientos: Se podrían ofrecer descuentos o tarifas reducidas en peajes y estacionamientos para los autos eléctricos. Esto no solo reduciría los costos de los conductores, sino que también promovería el uso de vehículos eléctricos en áreas urbanas congestionadas. Abriendo paso al creciente segmento de vehículos eléctricos de ciudad.
Programas de financiamiento preferencial: Se pueden establecer programas de financiamiento preferencial para la adquisición de autos eléctricos, con tasas de interés más bajas y condiciones favorables. Esto facilitaría el acceso a crédito para la compra de vehículos eléctricos, especialmente para aquellos que no pueden realizar pagos iniciales elevados.
Incentivos para flotas comerciales: Se pueden implementar incentivos específicos para promover la electrificación de flotas comerciales, como empresas de transporte público y de reparto de mercancías. Estos incentivos podrían incluir subsidios adicionales, beneficios fiscales y tarifas preferenciales en servicios relacionados, como el suministro de electricidad.
Es importante destacar que estos incentivos deben ser parte de una estrategia integral que también incluya el desarrollo de una red de carga sólida, la educación y concienciación pública sobre los beneficios de los autos eléctricos y la promoción de tecnologías y proveedores locales en la cadena de valor de los vehículos eléctricos.
Siendo Chile además un actor relevante en el mercado mundial de litio, se podría estudiar la forma de incentivar la creación de una empresa destinada a extraer, procesar y fabricar baterías de última tecnología en el norte del país, favoreciendo la competitividad al no haber tantos actores involucrados, permitiendo competir en base al volumen generado con los mayores productores del mundo y recaudar utilidades utilizables en la distribución equitativa para asegurar el crecimiento del país.
En Argentina, por ejemplo, marcas como Chery anunciaron recientemente una inversión de 400 millones de dólares para la instalación de una fábrica de vehículos 100% eléctricos en territorio trasandino. Por lo que se espera que más fabricantes se decidan a fabricar en la región y abre la oportunidad para generar ingresos al país.
Los automóviles eléctricos son el futuro y Chile podría ser un actor relevante en estas tecnologías.